Un mono aullador, de pocos días de nacido, falleció luego de ser rescatado del tráfico de fauna silvestre. La mala alimentación que habría recibido al ser arrancado de su madre, así como un perdigón encontrado al interior de su pecho, afectaron la salud del animalito.
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El Zoológico de Quito recibió al pequeño mono aullador “que cabía en la palma de la mano”, desde un centro de rescate en Guayaquil, tras haber sido decomisado. La tarea fue brindarle la atención médica que necesitaba: alimentación varias veces durante el día y la noche, mantenerlo a buen ambiente en una incubadora, pesarlo con una estricta periodicidad, reportar su caso con exámenes y reportes médicos.
Un ejemplo del daño que causa el tráfico ilegal de animales silvestres
Tras su fallecimiento y hacer los estudios de necropsia, se descubrió que el animalito tuvo problemas digestivos debido a su corta edad y deficiencia en la dieta que recibía por reemplazo, al estar lejos de su madre.
Además, se encontró un perdigón que estaba alojado al interior de su pecho. “Una vez más se evidencia que la cacería furtiva es una amenaza latente contra la fauna silvestre, cuyas especies son destinadas al mercado ilegal de mascotas”, indican desde el Zoológico de Quito.