No cabe duda de que la variante Ómicron ha ocasionado graves problemas en días recientes. Muchos países, como Estados Unidos y México, registran récord de positivos, lo que pone en estado de alerta a las autoridades.

Cuando parecía que la humanidad veía la luz al final del túnel en la intensa lucha contra el coronavirus, las medidas comenzaban a relajarse y las vacunados iban en ascenso, la aparición de la nueva cepa hizo que el COVID-19 volviera a la carga.

Por estas razones es indispensable que conozcamos la importancia de las mascarillas y los tipos que nos protegen más contra el virus.

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Y es que los especialistas y la comunidad internacional científica llegaron a la conclusión de que una de las medidas fundamentales para evitar la propagación del coronavirus es el uso del cubrebocas.

Sin la utilización del tapabocas, aproximadamente nos tardamos en contagiar 15 minutos desde que estamos expuestos a la enfermedad, la cual ha puesto de cabeza al mundo desde hace más de dos años.

Tipos de mascarillas y su efectividad

Mientras tanto, el tiempo de protección con las mascarillas varía dependiendo el modelo.

Este es el tiempo de protección de cada cubrebocas:

• Sin cubrebocas el contagio se da en 15 minutos.
• Con mascarilla de tela el contagio se realiza en 20 minutos.
• Con un tapabocas quirúrgico (KN95) el contagio ocurre en media hora.
• Con mascarilla FFP2 las personas se contagian hasta en dos horas y media.

De esta forma se puede concluir que el mejor cubrebocas para protegerse de la intensa enfermedad es el FFP2, por lo que es altamente recomendable su uso en este nuevo rebrote.

Tipos de pruebas

Ahora, la prueba de antígenos es confiable para detectar el coronavirus en la primera semana de síntomas o luego de haber estado en contacto cercano con una persona contagiada.

Sin embargo, los más certeros son los tests PCR, sobre todo, durante los primeros días de la infección

También hay pruebas serológicas, las cuales no detectan la presencia del virus en sí, sino los anticuerpos generados en caso de haber adquirido el SARS-CoV-2.

Vale la pena considerar que el coronavirus, de nueva cuenta, se encuentra en un tope máximo, derivado de la variante Ómicron, que azota a muchas regiones del mundo.