La Policía Nacional del Ecuador, a través de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) logró la liberación de dos ciudadanos ecuatorianos, sanos y salvos, que permanecían secuestrados desde hace cuatro días, en una zona boscosa, de la provincia de Carchi, cercana a la frontera con Colombia.
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El operativo estuvo conformado por un amplio contingente de servidores policiales de la Unase, en conjunto con la Dirección General de Inteligencia y el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) quienes, aplicando técnicas, protocolos especializados en rescate y liberación de víctimas, lograron dar con la ubicación de los ciudadanos: Carlos B., y Santiago C., quienes al notar la presencia de los uniformados que acudían a su rescate, se mostraron emocionados y profundamente agradecidos por permitirles volver a sus hogares con vida.
¿Cómo se dio el secuestro?
Las víctimas fueron secuestradas el pasado jueves 9 de diciembre, en la localidad de Ipiales, en Colombia. Los victimarios habrían tomado contacto con Carlos B., y Santiago C., haciéndose pasar por supuestos empresarios inversionistas, para un proyecto en el que los ciudadanos se encontraban trabajando.
Al llegar a Ipiales, fueron abordados por los antisociales quienes los secuestraron, y los mantuvieron en cautiverio, en un bosque localizado en territorio ecuatoriano, cercano a la frontera norte.
Secuestradores pedían $700.000 para rescate de ciudadanos
El viernes 10 de diciembre, los familiares de las víctimas habrían recibido mensajes y llamadas extorsivas, solicitando la cantidad de 700 mil dólares, a cambio de no atentar contra su vida.
Una vez que la Policía Nacional tuvo conocimiento de este hecho, inició, a través de sus unidades especiales, una exhaustiva investigación para dar con el paradero de los ciudadanos secuestrados, liberarlos con vida, y capturar a los delincuentes responsables de este hecho para ponerlos a órdenes de las autoridades competentes.
Tras varias diligencias investigativas, y con la aplicación de técnicas de inteligencia, se logró obtener información y dar con el paradero de las víctimas, quienes fueron encontrados en cautiverio, maniatados y al resguardo de un ciudadano de nacionalidad venezolana, quien fue detenido y puesto a órdenes de las autoridades competentes.
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En poder del detenido se encontró: un arma de fuego, municiones, un machete, un teléfono celular, cobijas, plásticos y varias prendas de vestir, indicios que fueron ingresados bajo cadena de custodia.
Al momento las unidades especiales continúan con las labores investigativas, a fin de identificar quienes más habrían participado de este hecho delictivo, para que sean puestos a órdenes de la justicia y este hecho no quede en la impunidad.
El Coronel Eric Benítez, director nacional de la Dinased, enfatizó en las medidas de prevención que la ciudadanía debe mantener para evitar ser víctimas de secuestros, “Lo más importante es informarse correctamente sobre las negociaciones, préstamos, transacciones que nos ofrecen, existen ofrecimientos muy llamativos, fáciles de conseguir, que nos llevan a tomar decisiones apresuradas y a cometer ciertos errores” mencionó.
Dentro de las recomendaciones también consta el no ofrecer información confidencial, datos personales, familiares, de negocios, etc., que podrían ser mal utilizados por delincuentes; antes se debe verificar la autenticidad de dichas empresas o personas que realizan algún ofrecimiento.
El Mayor Javier Franco, jefe operativo de la Unase, quien lideró el operativo, manifestó que lograr la liberación con vida de personas que estuvieron secuestradas, es la mayor satisfacción del trabajo de todos los uniformados que acuden al rescate, con ello reafirman su vocación de servicio con la satisfacción del deber cumplido.
De lo que va del año, se han registrado 28 secuestros en el país, de los cuales, 26 ya han sido resueltos, sin pagos de recompensas y en todos los casos las víctimas han vuelto sanos y salvos con sus familias.
Con esta contundente intervención policial, la Institución reitera su compromiso de enfrentar con firmeza a la delincuencia, para salvaguardar la vida y la integridad de los ecuatorianos, para que ningún hecho quede en la impunidad