La isla de Java, en Indonesia, vive una de sus mayores tragedias luego que entrara en erupción su mayor volcán, el monte Semerú.
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La columna de humo desprendió una tormenta de cenizas y la lava ha destruido todo a su paso. Más de dos mil personas han fueron desplazadas y tuvieron que refugiarse en algunas estructuras oficiales y en mezquitas.
En diciembre y enero este volcán entró en erupción pero no causó daños. Imágenes impresionantes tomadas por drones muestran los estragos que el fenómeno natural ha provocado en una de las islas más turísticas del archipiélago.
No solo se trata de la destrucción que deja a su paso la lava, sino que las fuertes lluvias y la caída de cenizas han colapsado carreteras y provocado el derrumbe de un importante puente en la llamada “zona cero”, en las faldas del Semeru.
El llamado “anillo de fuego”
El monte Semeru se eleva a más de 3.600 metros de altura, y es uno de los casi 130 volcanes activos de Indonesia, un país ubicado en el llamado “anillo de fuego del Pacífico” una región con alta actividad sísmica, terremotos y erupciones volcánicas.
Científicos calculan que el volcán arrojó cenizas a más de 12.000 metros de altura y al caer, la lluvia tóxica sepultó pueblos y áreas de cultivo. El lodo y el fuego dejaron a su paso innumerables pérdidas materiales, muerte de fauna local y decenas de personas han sido atendidas con quemaduras.
Para los rescatistas ha sido difícil sacar a las familias atrapadas en comunidades que quedaron incomunicadas y todavía no se tiene el número exacto de desaparecidos. El gobierno activó un protocolo de evacuación pero todavía no alcanza a cubrir a la población de mayor riesgo por las condiciones climáticas.
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El monte Semeru es muy activo y en los últimos 200 años ha entrado muchas veces en erupción. Es uno de los 129 volcanes más monitoreados por las autoridades, precisó Euronews, pero no se han podido evitar los daños causados por su reciente actividad, ya que la lava ardiente es despedida desde el interior del volcán y arrojada sobre sus alrededores.
Para los afectados se hace imposible regresar a sus residencias, mientras que los servicios públicos y las vías seguirán colapsadas por tiempo indefinido. Todavía es prematuro saber el costo de las pérdidas materiales. Las primeras imágenes muestran casas completamente cubiertas por la lava y el lodo, mientras que centenares de residentes siguen huyendo del peligro.
Lumajang, la más afectada
Muchas áreas residenciales han sido afectadas, en especial la población de Lumajang, situada en lo que se ha llamado “Zona cero”. Allí se cayó un puente que comunica con otra importante ciudad, Malang, al oriente de la isla.
Según el portal de noticias Kompas, citado por Telecinco, se reportó el hallazgo de una mujer y su hija cuyos cuerpos “fueron hallados entrelazados en los escombros de su vivienda”. Los últimos reportes oficiales elevan la cifra de muertos a 34 y las erupciones no han cesado.
Testimonios de varios sobrevivientes en el sitio de los acontecimientos describen el horror que han vivido: “Ya no se veía nada, era como la noche. Todo el mundo estaba en pánico. Solo podía rezar [...] para que nos salvasen a mi hija y a mí”, narró a France Presse una mujer de 42 años que estuvo atrapada en su casa a la espera de ser rescatada.
Se conoció que la oficina de una mina de arena quedó sepultada y se cuentan al menos 15 trabajadores desaparecidos. “No tenemos ninguna noticia. Solamente se ha podido salvar un obrero. Está hospitalizado con quemaduras”, informó el capataz de la empresa.
Al sitio han llegado cien voluntarios de la Cruz Roja con equipos y enseres para los afectados. Java es una isla superpoblada, con 150 millones de habitantes, allí se encuentra la capital de Indonesia, Yakarta (occidente) y ha sido un destino turístico muy apetecido por sus milenarios templos budistas, palacios y paisajes paradisíacos. La zona afectada por el volcán Semerú se encuentra en el extremo oriental de la isla.
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