Estados Unidos es de cambiar poco los planes, ciñéndose a una política de Estado en lugar de una de gobierno. Joe Biden presentó su política espacial, con muchos de los planes ya aplicados por Donald Trump, pero con dos modificaciones: combatir el cambio climático e invertir en educación STEM.
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El documento denominado Marco de Prioridades Espaciales de Estados Unidos, de siete página, fue dado a conocer esta semana desde la Oficina de la vicepresidenta Kamala Harris, y es previo a la primera reunión del Consejo Nacional del Espacio.
Con esto, se enseña la hoja de ruta de la administración Biden en el uso del espacio civil, comercial y de seguridad nacional.
“Estamos en la cúspide de cambios históricos en el acceso y uso del espacio. Son cambios que tienen el potencial de llevar los beneficios del espacio a más personas y comunidades que nunca”, señala el informe.
Similitudes y diferencias de la Administración Biden con la de Trump en el tema espacial
El Programa Artemisa, encargado de llevar a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna, se mantiene, dándole continuidad al proyecto del expresidente Trump.
“Las misiones de exploración espacial humana y robótica de Estados Unidos llevarán a la primera mujer y persona de color en la Luna, y promoverán un ecosistema cislunar robusto”, señala el documento. “Continuarán aprovechando la presencia humana en la órbita baja de la Tierra para permitir que las personas vivan y trabajen de manera segura en el espacio, y se prepararán para futuras misiones a Marte y más allá”.
Pero, a diferencia de su predecesor, Biden sí tiene como punto de honor la lucha contra el cambio climático. Y no solo se hará con medidas terrestres, sino también espaciales.
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El objetivo es utilizar las capacidades de observación de la Tierra basadas en el espacio para monitorear el cambio climático. Así, se tratará de comprender mejor sus efectos para establecer soluciones.
En el caso de la educación STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), es vista como una inversión en el futuro.
“Es fundamental para continuar el liderazgo de los Estados Unidos en la próxima generación, preparando la fuerza laboral STEM de la nación para impulsar la economía del futuro”, reza el documento.
“Nuestro ecosistema STEM de organizaciones públicas y privadas aprovechará los programas espaciales para educar a nuestros niños, como parte de la mejora de la alfabetización científica de los estadounidenses y el aumento de la diversidad, la equidad, accesabilidad e inclusión en los campos científico y tecnológico”.
Mantener la política de defensa espacial
Otra política que se mantiene desde la etapa Trump (y prácticamente es inherente a cualquier administración norteamericana) es el uso del espacio para la defensa.
Esto es primordial, sobre todo en tiempos donde las tensiones con Rusia y China son constantes. Recientemente, el gobierno de Vladímir Putin destruyó un viejo satélite soviético, para probar un misil antisatélites, dejando más de 1.500 escombros que pusieron en riesgo a la Estación Espacial Internacional.
Se hace énfasis en el uso del espacio para que el ejército “proteja y defienda Estados Unidos, y promueva los intereses de seguridad nacional y colectiva de la nación y sus aliados y socios”.