A pesar del “desastre” que supuso la covid-19 para el turismo a nivel internacional, Ecuador, en plena recuperación del sector, ve con optimismo la oportunidad de dar al mundo lo que el país “lleva años ofreciendo”, opciones al aire libre, en espacios protegidos, en las que el viajero se encuentre seguro lejos de las aglomeraciones de los núcleos urbanos.
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“Entendemos que es un momento feliz para nosotros”, dijo este martes en una entrevista con Efe en Madrid la viceministra ecuatoriana del ramo, Ana García Pando, quien se encuentra en la capital española para participar en la vigésimo cuarta reunión de la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
García Pando reconoció que, como en todas partes, el impacto de la pandemia sobre el turismo en Ecuador fue “realmente catastrófico”, y a principios de año el país partía de una “situación terrible” que ha ido mejorando, una recuperación apoyada fundamentalmente en la vacunación y en el optimismo de la gente ante la mejora de la economía.
“Ahora estamos muy contentos. El esfuerzo de vacunación que ha llevado a cabo el Gobierno del presidente (Guillermo) Lasso ha dado sus frutos y estamos en torno al 70 % de la población ya vacunada con las dos dosis, ya se iniciaron las de refuerzo para los mayores y se está vacunando a los niños”, explicó.
Esos factores generaron una tranquilidad “muy importante” que empezó a notarse desde el pasado agosto en general en el país, pero antes ya en uno de sus mayores atractivos turísticos: Galápagos.
“Para junio el 93 % de su población ya estaba vacunada y eso nos permitió hacer una campaña de relanzamiento que consiguió que durante los meses de verano en el hemisferio norte empezara a subir allí el turismo internacional”, indicó García Pando.