El Gobierno de Eslovaquia decretó este miércoles un confinamiento general de dos semanas para todo el país y toda la población, que comenzará esta medianoche, con el objetivo de frenar el exponencial crecimiento de las infecciones de covid-19.
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“Se evaluará la situación en diez días, y si la situación permite una apertura, serán los vacunados y los curados los que se beneficiarán de ello”, dijo en rueda de prensa el primer ministro eslovaco, el conservador Eduard Heger.
Eslovaquia, con una tasa de vacunación del 43 % entre sus 5,4 millones de habitantes, tiene la mayor incidencia de contagio de coronavirus en el mundo, con una tasa acumulada en siete días de 1.296 casos por 100.000 habitantes.
“Estamos perdiendo la batalla contra la COVID-19″
El Ministerio de Salud dijo que las infecciones diarias superaron las 10.000 por primera vez, con 10.315 casos positivos el martes. Eso supera la marca del viernes por más de 1.000.
La presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, dijo: “estamos perdiendo la batalla contra el COVID”, dijo Caputova el martes.
Jan Mikas, máximo funcionario del gobierno para la respuesta a la pandemia, dijo que las nuevas restricciones deberían afectar a todo el mundo, vacunados y no vacunados.
“La única solución es restringir el movimiento”, dijo Mikas.
El lunes, Eslovaquia impuso nuevas restricciones para los no vacunados, quienes tienen prohibido ingresar a todos los negocios no esenciales y centros comerciales. Tampoco pueden asistir a eventos ni congregaciones públicas. Deberán someterse a dos pruebas semanales para ir al trabajo, pero el gobierno no ha fijado aún una fecha para ello.