Una “hueca” es un lugar que gracias a su sazón y conveniencia se ha robado el corazón de sus clientes, de aquellos que disfrutan la gastronomía ecuatoriana y la consideran única.
PUBLICIDAD
Se trata de pequeños, medianos o grandes restaurantes o negocios que conservan la tradición en sus recetas y sus técnicas, muchas de ellas aprendidas de generación en generación. Esto, además, las ha convertido en guardianes de la identidad de una ciudad o un país.
Es así que en Ecuador existen muchas opciones de “huecas”, de sal o de dulce, tradicional o moderna, que ofrecen desde el inigualable mote con chicharrón, una deliciosa corvina, o un inolvidable dulce como las colaciones o un morocho para la tarde.
¿Por qué una Hueca se convierte en una?
Según la tradición popular, una “hueca” es considerada de esta manera si cumple dos o tres requisitos básicos. En primer lugar, ofrecer deliciosos platos típicos que nos cuenten una historia o tradición detrás de su elaboración.
Luego está la sazón de la “caserita”, la cual se convierte en una invitación a volver gracias a su sabor inigualable.
Y por último, si el precio es conveniente, qué mejor para poder compartir con amigos o familia de esta experiencia singular.
Pero ante todo, la atención y el cariño que sus dueños expresan a sus comensales, hace que una Hueca sobreviva al tiempo, se consolide y se gane el corazón de sus clientes: ¿quién no vuelve a un lugar donde es bien atendido, con un “venga mi bonito, pruebe este rico hornadito” o “mi precioso, qué se sirve hoy”.
¿Cuál es tu “hueca” favorita?
Al acercarse las Fiestas de Quito, Metro te invita a nominar a las mejores de la capital.