La comandante de la Policía Nacional, Tannya Varela en rueda de prensa indicó que se tomó la decisión de actuar siete horas después de que llegó la alerta de incidentes en la Penitenciaría del Litoral porque el ingresar antes “significaba un riesgo de muerte del 90% para los efectivos policiales”. Así mismo lo recalcó el Gobernador del Guayas, Pablo Arosemena.
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Las autoridades recibieron la alerta a las 19:00 e inmediatamente, los cuerpos de élite se activaron para organizar un operativo de intervención. Cuando llegaron, utilizaron drones para tener una mirada panorámica de la situación y poder evaluar. En ese momento se dieron cuenta que los reos de los pabellones 3, 7, 8 y 9 estaban fuera de sus celdas.
Además las PPL habían cortado la electricidad y en medio de la oscuridad se escuchaban disparos, explosiones y gritos de auxilio. “Entrar era hacer una masacre total”, señaló el gobernador Pablo Arosemena, el pasado sábado.
Por lo tanto, efectivos de la Policía Nacional ingresaron a las dos de la mañana, “porque no teníamos otra opción para poder proteger la vida de los privados de libertad”, expresó Varela.
La Policía constató que los reos del pabellón tres intentaban ingresar al pabellón dos utilizando dinamita para hacer un túnel mediante huecos en la pared. También comenzaron a quemar colchones para que los presos detenidos salgan de sus escondites.
También habían cientos de presos de los pabellones 7, 8 y 9 causando desmanes en el pasillo que conecta a todos los pabellones.
La Policía lanzó gases lacrimógenos para poder dispersarlos pero el accionar de los reos fue con disparos de armas largas, cortas y explosivos. En ese momento, los reos comenzaron a a atacar al área transitoria, donde están los detenidos por delitos menores, alimentos o deudas o personas esperando sentencias.
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Policías, apoyados por las tanquetas, comenzaron a lanzar gas lacrimógeno hacia el interior de la Penitenciaría, con el afán de replegar a los detenidos y conseguir que retornen a sus pabellones.
Lamentablemente, en el área transitoria se registró la mayoría de los 62 muertos y 25 heridos que dejó este enfrentamiento.
La Policía en su operativo cumplieron dos tareas básicas: la primera fue blindar el pabellón 2, que quedó seriamente afectado por el ataque, y la segunda fue conseguir que los detenidos retornen a sus pabellones.
Luego de más 12 horas, la situación estaba controlada y a las 07:00 ingresaron los cuerpos de Criminalística, Cruz Roja y Fiscalía para rescatar a los heridos y hacer los levantamientos de cadáveres que dejó esta matanza.