Una insólita situación se produjo en Argentina, luego que un fiscal fuese condenado a seis años y seis meses de cárcel por violar a su ex novia.
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Según consigna Infobae, se trata de Julio César Castro, quien fue declarado culpable de violación en contra de su ex pareja, una abogada 20 años más joven que él y que tras el delito, se entregó en una comisaría de Belgrano a pocas cuadras de su casa.
El ahora ex fiscal fue encerrado en una alcaidía de la Policía de la Ciudad, a la espera de un cupo en el Servicio Penitenciario Federal, sin embargo, su defensa presentó un recurso para que Castro cumpliera condena en un pabellón IRIC, el cual es usualmente usado para encerrar a presos “de alto perfil” involucrados en casos de corrupción pública.
El ex fiscal también pidió evitar contacto con presos comunes y agresores sexuales, o incluso, evitar contacto con detenidos que él mismo tuvo que enviar a prisión.
La solicitud de la defensa fue aceptada, sin embargo, ocurrió algo completamente insólito: el Tribunal ordenó el traslado del ahora ex fiscal a la “Unidad N°31″, la cual corresponde al Centro Federal de Detención de Mujeres, una cárcel de mujeres.
De esta manera, Castro, condenado por violar a una mujer, cumplirá condena en un penal femenino.
Según fuentes del citado medio, Castro sería trasladado a un pabellón para hombres que existe en dicho recinto. Además, el Tribunal estableció que el detenido -tal como pidió- no debe cruzarse con la población común del penal.