La Casa Blanca expresó su “alarma” por el golpe de Estado militar en Sudán y pidió la “liberación inmediata” del primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, y del resto de ministros y representantes políticos civiles detenidos. El proceso de transición democrática en el país, que se inició en 2019 tras la caída del dictador Omar al Bashir, terminó con esta acción.
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“Estados Unidos está profundamente alarmado por las informaciones sobre una toma de control militar del Gobierno de transición” en Sudán, dijo la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial que viajaba al estado de Nueva Jersey.
“Rechazamos las acciones de los militares y pedimos la liberación inmediata del primer ministro y de los otros que han sido detenidos bajo arresto domiciliario. Las acciones de hoy son completamente opuestas a la voluntad del pueblo sudanés y sus aspiraciones de paz, libertad y justicia”, añadió Jean-Pierre.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “sigue apoyando rotundamente la petición del pueblo sudanés de una transición democrática en Sudán, y seguirá evaluando cómo apoyar mejor al pueblo sudanés para que consiga este objetivo”, concluyó la portavoz.
Los militares sudaneses disolvieron este lunes el Gobierno de Hamdok, quien rechazó a través de sus colaboradores lo que considera un golpe de Estado, y llamó a los ciudadanos a protestar contra la asonada.
Horas más tarde, el presidente del Consejo Soberano, máximo órgano de poder del proceso de transición en Sudán, el general Abdelfatah al Burhan, disolvió tanto el Gabinete de ministros como el propio Consejo Soberano y anunció también el estado de emergencia en todo el país.
Además de Hamdok, otros ministros y miembros civiles del Consejo Soberano fueron detenidos y llevados a un paradero desconocido, según el Gobierno sudanés.