Estilo de Vida

Novena de Navidad Día 5: Los ángeles, mensajeros de vida y alegría

Oración de la Novena de Navidad Día 5 con reflexión espiritual ideal para rezar en familia y fortalecer la esperanza.

Novena de Navidad Día 5
Novena de Navidad Día 5 (IA- Metro Ecuador)

Monición

Queridos Hermanos: Bienvenidos a este quinto día de nuestra Novena de Navidad, donde recibimos la invitación para ser mensajeros de vida y alegría, así como los ángeles de Dios que se describen en los evangelios.

Nosotros también podemos ser emisarios de las buenas noticias de Dios así como fue el ángel Gabriel que entró en la presencia de María y cambió su vida, su futuro y sus decisiones.

Que, como los ángeles, nuestro corazón esté abierto a cumplir la voluntad de Dios en todos los instantes de nuestra vida. Iniciemos juntos diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Escuchemos la Palabra

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.


Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.

María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?”. El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.

Palabra del Señor.


Reflexionemos

Los ángeles: mensajeros de vida y alegría

Los ángeles de Dios han sido considerados como aquellos servidores celestiales que anuncian la paz y defienden la vida del pueblo. Los israelitas vivían guiados y amparados por el don del santo Temor de Dios que consideraba que la presencia de los ángeles anticipaba lo imprevisto de Dios en la historia.

Los ángeles irrumpen en situaciones de marginalidad o en periferias geográficas y existenciales. Por ejemplo, en la hora de la adoración en el Templo, el ángel Gabriel le comunicó a Zacarías que sería el padre de Juan, el precursor del Mesías. En Nazaret, el ángel entró y, saludando a la Virgen María, le anunció la gran noticia que sería la Madre del Hijo de Dios. También, el ángel iluminó el sueño de San José para reconciliarlo con su misión de proteger a la Sagrada Familia. Los ángeles irrumpieron en el frío de la noche y anunciaron con alegría a los pastores: “hoy les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2, 11).

Así pues, para los mensajeros de Dios no hay frontera o muro humano que no puedan atravesar, precisamente porque revelan la llegada inminente del Salvador. Hoy, tenemos tanta necesidad de mensajeros de vida y de alegría que iluminen toda noche de miedo y de desconfianza. Mensajeros que, enraizados en el Evangelio, anuncien que “el mal tiene sus días contados”. Que el anuncio del Ángel, una vez más, nos convoque desde todos los puntos cardinales para ir juntos, al encuentro del Niño Jesús, envuelto en pañales. Sigamos preparándonos para ver bajar a los ángeles del cielo y para unir nuestras voces al coro celestial que canta: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.” (Lc 2, 14).

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