Un trágico accidente en el Reino Unido reabrió el debate sobre la seguridad doméstica para personas con enfermedades neurodegenerativas. David Hayes, un hombre de 82 años con Alzheimer, falleció tras ingerir accidentalmente detergente líquido creyendo que era leche mientras se preparaba una taza de té en su casa de Bolton, Inglaterra.
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El caso, revelado por el diario británico The Sun, ocurrió el pasado 16 de abril, un día después de que Hayes ingiriera el líquido por error. La sustancia, de color blanco y almacenada en una botella plástica sin medidas de seguridad infantil, provocó vómitos y, según los médicos, una neumonitis por aspiración química. Pese al tratamiento médico, el paciente falleció cinco días después, el 21 de abril.
Un envase similar a un cartón de leche
Durante la investigación forense celebrada el 17 de julio, el juez Michael Pemberton concluyó que la muerte fue accidental. El detergente había sido almacenado en un recipiente con tapa de rosca y apariencia similar a un envase de leche, lo que habría generado la confusión fatal. El líquido, aunque clasificado como de baja toxicidad, resultó letal tras ser inhalado en el proceso de vómito.
“Esto ocurrió cuando preparó una taza de té en casa y puso detergente para lavar ropa en la taza en lugar de leche después de una aparente confusión”, detalló el forense.
Advertencia a organizaciones y gobierno británico
Tras el caso, el forense envió una advertencia formal al Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido, así como a organizaciones como Age UK, Dementia UK y la Alzheimer’s Society, pidiendo una revisión urgente de los envases de productos de limpieza que puedan representar un riesgo para personas vulnerables.
El juez advirtió que “existe un riesgo real de que se produzcan muertes similares”, especialmente cuando el color del líquido y su presentación “se asemejan a productos de consumo común como la leche”.
Otro caso similar
El diario británico también recordó el caso de Tom McDonald, padre de cinco hijos, quien en 2023 murió tras verter detergente en su cereal, también por un error relacionado con demencia.
Estos casos han abierto un llamado de atención global sobre la necesidad de rediseñar envases, crear campañas de concienciación y fortalecer la protección a adultos mayores con deterioro cognitivo.