Devyn Aiken, una mujer de 30 años de Filadelfia, pasó más de una década ahorrando para una rinoplastia. Lo que comenzó como un cambio estético se convirtió en una transformación profunda de su vida personal y emocional.
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Una decisión postergada por años
Desde su adolescencia, Devyn se sintió insegura por el tamaño de su nariz, siendo objeto de burlas y apodos como “bruja” y “Pinocho”. A los 14 años decidió que quería una rinoplastia y a los 18 asistió a su primera consulta, pero no contaba con los recursos económicos para costearla.
Determinada a cambiar aquello que afectaba su autoestima, Devyn comenzó a ahorrar. Durante más de 10 años, destinó parte de sus ingresos como asistente legal para reunir los $11,000 necesarios para la cirugía.


En noviembre de 2024, Devyn finalmente se sometió a la rinoplastia con el cirujano Mark Ginsburg. Documentó su proceso de recuperación en TikTok, donde cuenta con más de 61,000 seguidores. Sus publicaciones, que incluyen fotos del antes y después, han recibido millones de visualizaciones y comentarios de apoyo.
“Pensaba que era una chica bonita, no fea. Solo odiaba mi nariz”, confesó Devyn en una entrevista. La cirugía no solo mejoró su apariencia, sino que también le otorgó una nueva confianza en sí misma.
Un nuevo comienzo
Poco después de la cirugía, Devyn tomó la decisión de divorciarse de su esposo, con quien llevaba siete años de matrimonio. Aunque ya estaban separados, la operación le dio el impulso necesario para cerrar ese capítulo de su vida.
Actualmente, Devyn vive sola en un nuevo apartamento y ha comenzado a salir en citas nuevamente. Asegura que la cirugía fue “la mejor decisión” de su vida y que ahora se siente más feliz y segura de sí misma.
La historia de Devyn Aiken es un testimonio del impacto que puede tener una decisión personal en la vida de alguien. Más allá del cambio físico, su experiencia resalta la importancia de la autoestima y la determinación para alcanzar metas personales.