El color de las heces del perro puede ser un indicador importante de su salud. Dependiendo de su tonalidad, consistencia y frecuencia pueden alertar sobre posibles enfermedades.
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“Por esa razón debemos estar muy atentos a cualquier cambio, a fin de actuar de manera oportuna. Cabe destacar que, el café oscuro/marrón es el aspecto normal y saludable de un popó canino. Esto indica que el sistema digestivo está funcionando correctamente”, explica Marco Barahona, veterinario de Mundo Mágico de la Mascota.
A continuación, revisaremos algunos ejemplos de los diferentes tipos de heces que se pueden presentar y qué indica cada uno:
Negro o alquitranado: Puede ser señal de sangrado en el tracto gastrointestinal superior (estómago o intestinos delgados). Esto puede ser causado por úlceras, tumores o la ingestión de ciertos medicamentos.
Blanco o gris: Puede ser señal de problemas en el hígado, la vesícula biliar o el páncreas. También puede indicar que hay un problema con la digestión de las grasas.
Amarillo o naranja: Puede indicar problemas biliares o hepáticos, o problemas de absorción en los intestinos. También puede ser causado por ciertos alimentos o medicamentos.
Heces blandas con gusanos o huevecillos: Consistencia anormal, son aquellas que muestran la presencia de parásitos. Aunque parece que no es del todo grave, la presencia de parásitos pueden mermar el estado de salud de tu mascota.
Si tu perro presenta alguna de estas coloraciones, lo más importante es acudir al veterinario de inmediato y seguir las indicaciones de su tratamiento al pie de la letra.
¿Qué otra información arrojan las heces?
Salud general: Cualquier cambio inusual puede ser un signo temprano de problemas de salud que debe evaluar un veterinario.
Control de la dieta e hidratación: Ayuda a evaluar si la dieta de tu perro es adecuada. Por ejemplo, heces muy duras pueden indicar deshidratación o falta de fibra, mientras que heces muy blandas o diarrea pueden sugerir intolerancias alimentarias o un desequilibrio nutricional.
Efecto de tratamientos médicos: Si tu perro está bajo tratamiento veterinario, las heces ayudan a evaluar la efectividad del tratamiento y detectar posibles efectos secundarios.
Prevención de obstrucciones: Si aparecen trozos de juguetes, huesos o materiales extraños, las heces pueden alertarte sobre un posible riesgo de obstrucción intestinal.
Estrés y cambios ambientales: Algún cambio en la rutina del perro puede estresarlo, lo que también se refleja en su sistema digestivo.
¿Cómo asegurar una buena salud digestiva en los peludos?
De acuerdo con el veterinario de Mundo Mágico de la Mascota, es fundamental alimentarlos de manera adecuada y equilibrada. Aquí comparte algunas pautas clave para lograrlo:
● Alimento de alta calidad y acorde a sus necesidades: Es importante que cuenten con los nutrientes esenciales, incluyendo proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Además, elige alimentos de acuerdo a la etapa de vida de tu perro (cachorro, adulto o senior).
● Raciones adecuadas: Sigue las recomendaciones del fabricante del alimento y ajusta la cantidad según el tamaño, edad, nivel de actividad y estado de salud de tu perro. Evita sobrealimentar para prevenir la obesidad.
● Mantén un horario regular al alimentarlo: Establece la misma hora de siempre para alimentar a tu perro, y la frecuencia adecuada. Generalmente, los cachorros se alimentan tres o cuatro veces al día, mientras que los adultos suelen comer dos veces al día (día y noche).
● Evita cambios bruscos de comida: Se debe hacer de manera gradual. Empieza por mezclar el alimento nuevo con el antiguo una semana y luego ve incrementando poco a poco la cantidad del nuevo las siguientes semanas.
● Coloca agua fresca y limpia todos los días: Es importante lavar siempre su recipiente y renovar el agua. La hidratación es crucial para su salud general.
● Evita alimentos tóxicos: Algunos alimentos humanos son tóxicos para los perros, como el chocolate, las uvas, las pasas, la cebolla, el ajo, el aguacate y los productos con xilitol. Mantén estos alimentos fuera de su alcance.
● Ejercicio regular: El ejercicio regular ayuda a mantener un sistema digestivo saludable. Paseos diarios y tiempo de juego activo pueden estimular el movimiento intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento.