Abrirse camino en un mercado tan competitivo como Miami sí es posible con una propuesta diferenciadora y, principalmente, con un producto que entregue valor agregado al cliente. Así lo considera Yesenia Vargas, una empresaria que en Ecuador ha destacado por el negocio innovador de la producción de extensiones de cabello, un producto de belleza de alta demanda entre mujeres, artistas y demás.
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Llegar a Miami es un “sueño hecho realidad”, para Vargas, quien en Ecuador comenzó como una emprendedora, abriendo una peluquería hace más de dos décadas. Con el apoyo de su esposo y familia, cuenta, trabajó arduamente en el negocio, abrió otras peluquerías y empezó a importar extensiones de cabello humano.
“Las extensiones de cabello revolucionaron el mundo de la alta peluquería, las mujeres aman las extensiones, eso me dio la oportunidad de conquistar este nicho de mercado”, comparte Vargas.
Sin embargo, Vargas no se conformó con la comercialización del producto, que llegaba desde India o China, sino que evolucionó y empezó con la producción de extensiones 100% artesanales.
“Puedo decir que soy la primera máster extensionista a nivel nacional. He contado con el mejor equipo de trabajo, en un 90% mujeres, quienes han sido la fuerza motriz detrás de este éxito. Soy una apasionada de la perfección en todo lo que hago, llevando siempre innovación de técnicas y tendencias en el mundo de las extensiones de cabello. Esa experiencia y visión nos ha convertido en referente indiscutible dentro de la industria”, comparte.
Su llegada a USA
Yesenia Vargas Corp. es el nombre de la empresa que Vargas creó en EEUU, y que actualmente se dedica a la venta de extensiones de cabello hechas en Ecuador. “Vendemos a peluquerías y a consumidores directos”, comparte.
“Logré sacar un nombre que representa Ecuador a nivel internacional no solo con mi producto sino con mis conocimientos. En la actualidad capacitamos personas de diferentes partes del mundo e hicimos de esto una carrera profesional con título aprobado por el Ministerio de Trabajo y la Junta de Defensa del Artesano”, comparte Yesenia Vargas, quien asegura que el éxito se lo debe al gran equipo de trabajo con el que he contado.
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“El éxito ha sido la constancia y el amor a mi carrera y a mi producto, cuidar la calidad y querer ser de ayuda a otros para que también emprendan”, señala.
El ‘lado humano’ de Yesenia Vargas Corp.
El cáncer infantil afecta la vida de miles de niños al año. Se estima que en el Ecuador 990 niños ingresan anualmente al hospital producto de esa enfermedad. La buena noticia es que el 90% de ellos logró sobrevivir. En medio de los tratamientos uno de los signos más visibles es la pérdida de cabello. Esta situación entristece a muchos de los pacientes, sobre todo, a las niñas.
Pero existe una fundación que desde hace 5 años se ha encargado de donar pelucas humanas a niños con cáncer, logrando cambiar esa tristeza por sonrisa y devolviendo esperanza.
Es la Fundación Yesenia Vargas que lleva el mismo nombre de su propietaria. Una emprendedora que junto a un equipo de voluntarios visitan varias veces al año el área infantil de Solca así como ONG’s para identificar los casos y donar las pelucas.
Este gesto de solidaridad permite que muchos niños reciban pelucas totalmente gratis en eventos a los que acuden junto a sus padres. Es indescriptible ver como los niños vuelven a sonreír cuando colocan las pelucas sobre sus cabezas y se miran al espejo.