Una chaqueta de cuero es una prenda imprescindible en cualquier armario. Sea cual sea el diseño, ya sea con tachuelas o sin ellas, y el color, este tipo de prendas siempre ha estado de moda debido a su capacidad para complementar cualquier estilo y realzar la belleza de quien las usa.
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A pesar de su versatilidad, a diferencia de otras chaquetas, requieren cuidados especiales para mantenerlas en perfecto estado.
Conocidas como “biker”, las chaquetas de cuero han sido siempre un ícono entre los rockeros y los motociclistas. Hoy en día, están disponibles en una amplia variedad de colores, diseños y estilos. Gracias a su popularidad, se han creado numerosas imitaciones en materiales sintéticos.
¿Cómo se debe limpiar una chaqueta de cuero para que no se dañe?
Como bien se sabe, el cuero es un material muy delicado que requiere cuidados especiales, especialmente al limpiarlo, ya que no puede lavarse como cualquier otra prenda. En primer lugar, es importante identificar el tipo de cuero: natural, sintético o sintético.
El cuero natural tiende a ser más delicado y requiere mayor cuidado, pero suele durar mucho más que el sintético, que tiende a pelarse y deteriorarse con el tiempo.
Nunca se debe lavar una chaqueta de cuero en la lavadora, independientemente de su material. Para limpiarla y eliminar la suciedad, existen trucos que pueden facilitar el proceso.
Todas las chaquetas de cuero tienen un forro interno que suele entrar en contacto con el sudor, lo que puede producir malos olores. Aunque no es recomendable lavarlo después de cada uso, se puede limpiar con un paño o un cepillo de cerdas suaves y una solución de partes iguales de jabón líquido, bicarbonato de sodio y vinagre, asegurándose de que el forro no quede demasiado húmedo para evitar daños.
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Para limpiar la parte exterior de la chaqueta, es decir, el cuero, solo se necesita agua y un poco de jabón. Es importante utilizar más agua que jabón para evitar decoloraciones o daños en el cuero. Humedezca una esponja con la solución y limpie las manchas de la chaqueta.
Después de limpiarla, es fundamental secar bien la chaqueta para evitar la formación de moho. Puede hacerlo con una toalla para secar la superficie o colgándola en un lugar al aire libre hasta que se seque por completo.
Finalmente, para mantener el cuero hidratado y evitar que se agriete o pierda su brillo, se pueden utilizar productos especiales para su cuidado.