Mucho talento local se está posicionando en el mundo por sus habilidades extraordinarias, este es el caso de Claudia Correa, una ecuatoriana se abre camino con una visión innovadora que desafía los paradigmas tradicionales. Esta estratega en la industria automotriz ha logrado no solo posicionar su talento, sino también convertirse en un referente de liderazgo y gestión empresarial, demostrando que la determinación y la habilidad pueden catapultar una carrera sin importar las fronteras.
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Desde pequeña, Correa mostró una inclinación innata hacia la innovación digital. En el colegio, su rapidez para completar tareas y exámenes dejaba perplejos a maestros y compañeros, una temprana señal de su eficiencia y visión estratégica. Aquel sistema personal de organización no solo le permitió destacarse académicamente, sino también establecer las bases de un enfoque profesional que, hoy en día, la posiciona como una mente brillante en el mundo de los negocios, que ha prestado servicios para importantes compañías de renombre como Novartis, Ernst & Young LLP y Choco, entre otras. Llegando a tener un perfil profesional integral en diferentes sectores industriales.
Su capacidad para desafiar el status quo, la llevó a colaborar con dos de los chefs más reconocidos de Nueva York, Daniel Bulud y Jean George, donde afinó su perspicacia para los negocios. En la industria automotriz, su colaboración con figuras como Marsha McCombs, Liza Borches y Janell Ross —pioneras y directivas de los grupos automotrices más influyentes de EE. UU.— ha sido no solo inspiradora sino también un catalizador para su ascenso como una de las mujeres más influyentes en el sector.
Claudia es conocida por su habilidad de tener una perspectiva de alto nivel enfocada en el crecimiento a largo plazo, mientras se sumerge en las iniciativas específicas de cada área del negocio. Su agilidad para cambiar de “sombrero” sin perder la visión estratégica es lo que la hace única. Ella se define como “todóloga” o con capacidad de absorber conocimiento como una “esponja”, su rapidez para internalizar información y conocimiento ha sido clave en su destacada adaptación a distintas industrias.
“Creo que no mucha gente tiene la habilidad de tener una vista alta empresarial enfocada en el largo plazo, en el crecimiento, al mismo tiempo que tiene la habilidad de proyectar e iniciativas que son más específicas de cada área” comenta Correa cuando se le cuestiona acerca de sus destrezas.
La ética de trabajo de Claudia se traduce en resultados que constantemente superan las expectativas. Su mantra de dar siempre el 150% se ha reflejado en su capacidad para superar obstáculos, aprender rápidamente y mantener el enfoque en sus objetivos. Como inmigrante, ha enfrentado desafíos adicionales, pero su resiliencia y su compromiso con la excelencia la han llevado a lograr una carrera impresionante en un tiempo récord.
Orgullosa de sus logros y consciente del camino que aún le espera, Claudia Correa es un ejemplo de cómo la pasión, la preparación y la perseverancia pueden definir una carrera exitosa. Su historia es una invitación a seguir su evolución, no solo en el plano profesional, sino también en el personal, marcando pauta para futuras generaciones de líderes empresariales.
