Cinthia o como se hace llamar en redes sociales @unamanabaenmiami es una madre ecuatoriana que contó cómo fue su travesía para lograr ser ciudadana americana, luego que le negaran la entrada a ese país por diez años. Lo hizo a través de su cuenta de TikTok, tal y como lo han hecho muchos migrantes de la nación tricolor.
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En el video que colgó en la red social, la madre reveló que fue toda una odisea, dado que su historia en Estados Unidos empezó con una estancia ilegal. “Me negaron la entrada por diez años y ahora soy ciudadana americana”, compartió en un video que cada vez acumula más reproducciones en TikTok.
La joven madre se describe en su Bio de Insta como una “inmigrante viviendo en USA”. Su historia comienza cuando se graduó de la secundaria en su país, tenía 17 años y sintió muchas ganas de ir a Estados Unidos. El video ya supera los más de 60 mil reproducciones.
Como su hermana trabajaba en ese país, se motivó más en ir así que su madre le ayudó con los trámites para que obtuviese una visa de estudiante. “Yo ya estaba loca por ir, así que le dije que con visa de turista”.
Entonces logró su objetivo. Sin embargo, el tiempo máximo de estadía para la visa que tenía, que era de seis meses, estaba por terminar y su madre le pidió que se apurara para volver. “Le dije que no quería saber nada de Ecuador y que no me importaba quedarme de ilegal”.
Según su testimonio, cumplió dos años y medio con una estancia ilegal, tiempo en el que se quedó con sus hermanos. Debido a los cambios que tuvo que atravesar, se vio obligada a vivir con su tía. “Entonces comencé a extrañar mucho Ecuador, ya había botado mi pasaporte, solo tenía mi cédula”, reveló.
Ante la insistencia de su familia de Ecuador, la joven tomó la decisión de regresar y compró sus tickets de vuelta: “Lo más chévere fue verle la cara a los de migración en el aeropuerto, porque solo salí con mi cédula. Me preguntaron si había cruzado la frontera y dije que no”.
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El camino hacia los papeles
Ya en Ecuador, uno de sus exnovios, quien era ciudadano americano, la contactó y empezaron a fortalecer su vínculo hasta que se casaron. “Nos casamos y él metió los papeles con un abogado en Miami”, recordó.
Para el trámite de la residencia tuvo una entrevista con el cónsul y le llegó una noticia devastadora cuando le preguntaron sobre sus entradas y salidas de la nación norteamericana: “Me llama otro cónsul, que firmó otro papel, y me dijo: ‘tienes la entrada negada por diez años’. Se me derrumbó el mundo en ese momento. Ya teníamos ilusiones con mi esposo. Lo único que hice fue llorar”.
Una prueba de amor
Su esposo dejó atrás a su trabajo como mecánico hidráulico y su casa en su país y viajó a Ecuador. Aunque trataron de revertir el proceso, nada funcionó. “Mi esposo mandó un perdón alegando que era menor de edad, que yo no sabía lo que hacía y que no tenía consciencia de ser ilegal. Valía como 800 dólares en ese tiempo”.
Con el paso del tiempo, tuvieron un hijo y se les dio la oportunidad de ir a Estados Unidos. Antes de los 10 años, a los ocho que se habían cumplido sin que pudiera entrar a ese país, pudo sacar la visa en la embajada americana. A su cita llevó una invitación del parque de atracciones Universal, porque su hermano trabajaba ahí.
En la entrevista, solo tuvo que decir que trabajaba en el gobierno y que quería llevar a sus hijos a pasear. Al ver los pasaportes, el cónsul le aprobó la visa de turista por diez años “en menos de un minuto”.
Aunque la joven madre no reveló cómo consiguió la ciudadanía exactamente, sí dejó entrever que por el estatus de su esposo.