El uso de biopolímeros, utilizados en tratamientos estéticos para aumentar el tamaño de los glúteos o los senos, es considerado un delito en Colombia como lesiones personales, tras sancionarse a la ley que prohíbe la sustancia y que brinda atención a las víctimas de este tipo de tratamientos.
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El documento firmado por el presidente Gustavo Petro establece penas para quienes apliquen estas sustancias que oscilan entre los 2 y los 15 años de cárcel.
¿Qué son?
Los biopolímeros son polímeros de origen biológico o sintético que, debido a su capacidad para dar volumen y modelar ciertas áreas del cuerpo, se han utilizado en procedimientos estéticos. Se inyectan en zonas como glúteos, rostro, senos y otras áreas del cuerpo con el fin de mejorar su apariencia. Sin embargo, lejos de ser una solución milagrosa, estos compuestos han demostrado tener graves repercusiones en la salud.
Una de las principales alertas sobre los biopolímeros es su imposibilidad para ser eliminados del cuerpo una vez inyectados. Con el tiempo, pueden causar reacciones adversas, desde inflamación hasta necrosis en el tejido.
La migración de estas sustancias a otras zonas del cuerpo puede ocasionar deformidades, dolor crónico y complicaciones graves como trombosis o embolias. Los riesgos son tan altos que, en muchos países, el uso de biopolímeros en tratamientos estéticos ha sido prohibido o estrictamente regulado.
Los estragos de los biopolímeros
Natalia Lobo en Colombia es una de las víctimas de esta sustancia. Representa a miles de mujeres que por una mala decisión estuvieron al borde de la muerte.
“Yo ya no podía pararme de mi cama, tengo tres hijos y no podía jugar con ellos en el parque”, contó a Noticias RCN.
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Sentía muchísima fatiga, se me secaba la boca, se me secaban los ojos, lloraba y no me salían lágrimas.
Los biopolímeros que están en el cuerpo de Natalia Lobo migraron a las piernas, los glúteos, la espalda y las rodillas.