Practicar teatro desde niño puede ayudar a la autoestima

La práctica del teatro es considerada una de las artes más antigua en la historia de la humanidad cuando nos referimos al entretenimiento y en especial, a los dotes actorales que pueda presentar un ser humano y, sobre todo, en las virtudes literarias.

Sin embargo, diversos son los especialistas en psicología los que aseguran desde el siglo XX, que el teatro tiene grandes dotes y cualidades de comportamiento que lo hace capaz de mejorar a los seres humanos los distintos niveles de timidez que pueden transitar, por ello, es un gran aleado para dicho tratamiento y es recomendado practicarlo desde la etapa de la niñez.

El teatro desde temprana edad

Esta actividad muy enriquecedora a nivel cultural es recomendada ser disfrutada desde aproximadamente los seis meses de vida ya que, junto a la familia, permite experimentar a temprana edad emociones y creatividad obviamente en obras especialmente adaptadas para bebés y niños pequeños tanto en lo que se refiere al espacio, como al montaje y argumento, predominando lo visual con un gran protagonismo de luces, colores, música y una duración que no supere la media hora.

Para su práctica, Inés Hijosa, pedagoga española especializada en dificultades de aprendizaje, recomienda: “Los niños y niñas pueden comenzar a partir de los cinco o seis años, ya que este es el momento en el que suelen estar preparados para ello. Al interpretar un papel, pueden ser capaces de expresar sentimientos y emociones que son de un personaje, pero no propios, lo que les irá preparando para reconocer las emociones y sentimientos propios de forma más sencilla”.

La especialista europea también indicó que el teatro permite a los niños la posibilidad de:

· Experimentar, explorar, sentir, percibir, interiorizar e identificar sensaciones y percepciones en el propio niño o niña, lo que posibilita una apertura sensorial y comunicativa.

· Adquirir hábitos relacionados con las habilidades sociales y de ocio para desarrollar su vida con la mayor calidad posible.

· Participar en una actividad lúdica.

· Desarrollar la creatividad.