Los juegos de casino, tal y como los entendemos en la actualidad, aunque mantienen la esencia que los impulsó a la popularidad hace varias décadas, poco o nada tienen que ver a cómo se practicaban o fueron concebidos. Son varias las prácticas que han ido evolucionando de la mano de la tecnología, como la ruleta o el blackjack ahora practicado en vivo y con la posibilidad de seguirlo vía streaming, pero en este artículo nos centraremos en los slots, una de las opciones de ocio que abanderan estos cambios de tendencia.
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Y es que las tragamonedas online nada tienen que ver con las físicas que ocupaban bares y salones de juego. Desde hace algunos años están presentes en el campo online, ofreciendo sus contenidos a través de cualquier dispositivo inteligente y destacando sobre todo por un catálogo muy amplio con títulos en diferentes ambientaciones. Se presentan en constante evolución y ya son varios los expertos que auguran cuáles son las tendencias que se están integrando, tales como la realidad aumentada o la realidad virtual, se terminarán consolidando.
Sistema mecánico, electrónico y digital
La primera máquina slot, después de varias pruebas, nació en 1895 en San Francisco. Quien inventó esta práctica fue Charles Fey, un mecánico de coches, que ideó un mecanismo simple que reproducía diferentes combinaciones de cartas de póker. Los pagos no los daba la propia máquina, sino que era el local en cuestión el que entregaba los pequeños premios. Se le conoció como Liberty Bell, debido al símbolo de las campanas, cuya combinación era la más buscada. Poco a poco fue ganando popularidad por el país.
Después de ir conquistando salones de juego y otros locales muy concurridos, llegó el primer sistema electrónico. En 1963, apareció Money Honey, la primera tragamonedas que cambió la clásica palanca por un botón. Más allá de hacer aparecer las diferentes combinaciones de símbolos en la pantalla, también se automatizaron los pagos. Esta modificación en la práctica costó que fuera acogida con total normalidad por parte de los jugadores, que ya se habían acostumbrado al modelo original y a su funcionamiento.
Una vez ya consolidada en el mercado, la tecnología volvió a lanzar un nuevo desafío a la industria del juego: el casino online. El primer ejemplo en línea que encontramos fue en el año 1994, y poco a poco se han ido adaptando las características de cada una de las actividades propuestas a las oportunidades que brinda internet. Su éxito se explica, en gran parte, por su adaptación a las pequeñas pantallas de los celulares y por la variedad, calidad gráfica y jugabilidad de los diferentes títulos del catálogo.
El futuro que viene
El futuro de las tragamonedas es toda una incógnita, pero viendo cómo está evolucionando la tecnología y el sector más en concreto, se pueden hacer algunas previsiones, algunas de ellas ya hechas realidad en el mercado. Ejemplo de ello es la complejidad de algunos juegos, alejándose de la simple activación clásica de la palanca y ofreciendo más posibilidades de entretenimiento y premios a sus usuarios. También una estética y presentación de los títulos más parecidos a los videojuegos actuales que a la oferta más clásica.
Finalmente, la industria del juego ya ha probado suerte con avances como la realidad aumentada, la combinación de imágenes virtuales con el mundo real o la realidad virtual, la creación de una experiencia virtual y tecnológica lo más semejante posible al mundo real. Esto permitirá una nueva manera de interactuar de los usuarios con el juego en cuestión y de sentirse todavía más partícipe de la acción que le proponen. Ahora cabe ver cómo será su aplicación definitiva y qué tipo de acogida tiene entre los diferentes jugadores.
