Estilo de Vida

Ex jugador de fútbol se “cansó” del dinero y las mujeres y decidió convertirse en sacerdote

Phil Mulryne hizo su debut profesional en el equipo que lo vio crecer en 1997, cuando se puso la camiseta del Manchester United.

El caso fue denunciado por dos monjas
Sacerdote (Godong/Godong/Universal Images Group vía Getty / Imagen referencial)

La vocación de cada uno es sin dudas todo un misterio hasta que llega ese momento de “claridad” y para este ex jugador de fútbol acabó siendo servir a Dios. El ex jugador del Manchester United y del Norwich, Phil Mulryne acabó colgando las botas para tomar la biblia entre manos y se ordenó como sacerdote, su nuevo estilo de vida.

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Phil Mulryne hizo su debut profesional en el equipo que lo vio crecer en 1997, cuando se puso la camiseta del Manchester United para tan solo jugar un partido, no fue sino hasta 1999 cuando se fue a jugar en el Norwich y en el pico de su carrera llegó a ganar más de 600 mil dólares al año, lo cual parece que no le hacía muy feliz.

Phil Mulryne, el jugador de fútbol que abandonó el balón para servir a Dios

“Es difícil precisar un momento en particular. Diría que comenzó en mi último año en Norwich, no explícitamente y no estaba pensando en eso en ese momento, pero Empecé a sentirme insatisfecho con todo el estilo de vida” comentó el atleta para el sitio web del Norwich.

Además, continuó con “Tenemos una vida maravillosa como futbolistas y fui muy privilegiado, pero descubrí que con todo lo que me rodeaba eventualmente había una especie de vacío”. Mulryne terminó retirándose del fútbol en 2009 con tan solo 31 años, con el fin de perseguir su fe.

“Fui voluntario en un refugio para personas sin hogar por un tiempo. Empecé a ir a misa y comencé a orar de nuevo con regularidad” añadió el hombre, quien ahora se conoce con el título de Reverendo Padre Philip Mulryne, luego de ser ordenado sacerdote para la Orden Dominicana en 2017.

La nueva vida de Phil Mulryne

A sus 44 años, Mulryne se dedica de lleno al servicio de Dios y la iglesia, pues supervisa una congregación en la Iglesia Prioral de St. Mary en Cork, lo cual le llena más que cualquier sueldo y fama que le pudo haber dado el fútbol.

“Mi vocación al sacerdocio y a la vida religiosa llegó más tarde en el transcurso de ese año. Sentí este fuerte deseo por esta forma de vida y me quedé con ella durante unos meses y luego obtuve el coraje para explorarlo y tomé la decisión y ahora es ocho años después” concluyó el reverendo.

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