Por primera vez después de 70 años, los británicos no recibieron el mensaje de Navidad por parte de la reina Isabel II. Este año, el turno fue para su hijo, el actual monarca Carlos III, quien le rindió tributo e innovó en la presentación de sus palabras.
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Por primera vez, el acostumbrado mensaje de su Majestad fue en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, la cual siempre se había usado para matrimonios y funerales. El rey quiso hacerlo allí en homenaje a su difunta madre y a su padre Felipe de Edimburgo.
“Me encuentro en la exquisita capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, muy cerca del lugar donde mi amada madre, la anterior Reina, yace junto a mi querido padre”, dijo.
No obvió lo “significado” de la Navidad para quienes “hemos perdido a seres queridos”, ya que en esta época “sentimos su ausencia y los recordamos en cada tradición”.
“La creencia de mi madre en esa luz fue una parte fundamental de su fe en Dios, pero también de su fe en la gente, algo que comparto con todo mi corazón. Recuerdo las profundamente cariñosas cartas y mensajes que muchos de vosotros nos enviasteis a mi mujer y a mí. No puedo agradeceros lo suficiente el amor y simpatía que habéis demostrado a toda nuestra familia”, destacó el rey Carlos III, mientras se proyectaban imágenes de la fallecida reina.
Destacó la fortaleza del pueblo ante las circunstancias de este año, a la vez que mostraba videos de inundaciones y de cuerpos de seguridad, trabajando en estos momentos difíciles, de “angustias y penurias”. También destacó la labor de los médicos, profesores, el trabajo en los ancianatos y voluntariados.
Religión
La reina Isabel II siempre enfocó su discurso en su religión anglicana, pero el rey Carlos III nombró todas las creencias, incluso a quienes no tienen fe.
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“Nuestras iglesias, sinagogas, mezquitas, templos y gurdwaras se han unido una vez más para alimentar a los hambrientos, brindando amor y apoyo durante todo el año. Tan sincera solidaridad es la expresión más inspiradora de amar a nuestro prójimo” expresó.
Resaltó que la Navidad es una celebración cristiana, pero que “sea cual sea su fe, o si no tiene fe, es en esta luz que da vida y con la verdadera humildad que reside en el servicio a los demás, donde creo que podemos encontrar esperanza para el futuro”.
“De todo corazón, les deseo a cada uno de ustedes una Navidad de paz, felicidad y luz eterna”, afirmó.
Ignora a los Sussex
Aunque en sus palabras, el rey no mencionó a miembros de su familia, sí mostró imágenes de ellos en el video navideño.
Se ven al príncipe William y su esposa Kate, a la reina Consorte Camila, a la princesa Ana, hermana del monarca, así como al príncipe Eduardo con su esposa.
Los grandes ausentes son el príncipe Andrés, también hijo de Isabel II y a quien recientemente, Carlos III expulsó del Palacio de Buckingham; y los duques de Sussex.
Una de las proyecciones es que el rey nombraría a Harry y a Meghan en su discurso de Navidad, pero se cayeron todos los pronósticos. Ni los nombró, ni mostró en la grabación. De esta manera, los Sussex quedaron por fuera.