Cuando somos adolescentes, soñamos con crecer, ser adultos y ser totalmente independientes de nuestros padres. Pero, una vez que crecemos... pues no nos gusta mucho la realidad, ya que somos nosotros mismos quienes tenemos que hacernos cargo de nuestra vida y de todo lo que implica vivir solo.
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Con el trabajo en casa derivado de la pandemia, muchas dinámicas han cambiado. Ahora tenemos que dividir nuestro tiempo en casa entre el trabajo, videollamadas, recibir la compra del mercado, acomodar, lavar la ropa... todo casi a la vez, lo que puede ser a ratos agobiante.
La adultez a veces puede ser agotadora y agobiante
Uno de los aspectos que se ha vuelto complicado también es coincidir con los amigos. La vida adulta nos llena de ocupaciones y responsabilidades. Pero también, como desarrollamos más amor por estar en casa, es un desafío lograr dejar ese espacio seguro por un rato.
Así lo dejó ver un tuitero que se viralizó recientemente, por el siguiente mensaje:
“Una cosa que tiene la vida adulta y que te encuentras de repente es hacer planes para el mismo día es difícil. Y no porque esté súper ocupado, sino porque a lo mejor ya has sacado una pechuga del congelador y bueno tu destino ya está sellado junto al de esa pechuga”.
Este mensaje alcanzó más de 59 mil likes de los usuarios en Twitter, quienes se sintieron identificados con la historia del usuario @darmoksora.
Las reacciones no se hicieron esperar y esta fue la respuesta de la usuaria @espepadilla: “Haces un sofrito, echas la carne, haces una boloñesa, dejas una ración en la nevera, congelas el resto (por raciones para no tener que descongelar todo de una vez) y quedas con los amigos llegando hora y media tarde y con salpicaduras de tomate en la cara”.
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