El cariño por perros y gatos, en general por los animales, es positivo en cuanto a otorgarles una nueva oportunidad de vida, al contar con una familia que lo acoja y le brinde la atención que necesite. Pero, ¿es posible escalar de nivel?
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Y es que algunas personas pueden desarrollar el Síndrome de Noé, un trastorno mental que se caracteriza por la acumulación excesiva de animales. Esto no aplica si tienes tres o más mascotas en casa, más bien se habla de una cantidad importante (más de cien animales), lo cual no es saludable para su dueño ni para los perros, gatos u otro tipo de animal que habiten con el.
Las personas que sufren esta patología no son conscientes de aquello, por lo que es difícil de identificar si una persona está o no padeciendo este trastorno.
¿De qué hablamos cuando mencionamos el Síndrome de Noé?
El Síndrome de Noé es una enfermedad de obsesión por los animales. Sin embargo, la acumulación de animales no solo afecta el estado mental de la persona que lo sufre, sino de las mascotas que viven el lugar, así como problemas con la higiene. Además, es una afectación social, ya que el problema puede escalar a una mala convivencia con los vecinos del sector, más aún si se da en espacios pequeños como apartamentos o casas adosadas.
Esta condición puede clasificarse por el tipo de animal que sea causa de la acumulación, como Síndrome de Noé en perros, en gatos, incluso en animales de granja como gallinas, o exóticos.
La persona con el Síndrome de Noé se percibe a sí misma como benefactora de animales, que por lo general son perros o gatos recogidos de la calle. Y cuando se pretende encarar el tema, la persona puede manifestar conductas agresivas para defender su condición, de la cual no tiene conciencia.
La ayuda de un psicólogo o experto en el tema podrá identificar de una forma más precisa la condición de la persona que podría estar atravesando esta situación y ayudarla en el proceso.
