Las hormonas encargadas de regular el peso funcionan de noche, es por esto que distintos especialistas de la medicina y entrenadores profesionales recomiendan no comer en tan altas horas de la noche, desarrollar una alimentación balanceada en las cenas para que no refleje tanto en el cuerpo humano y, sobre todo, que no afecte el horario a la hora de dormir.
PUBLICIDAD
Obviamente el control del peso no sólo pasa por la cantidad de comida o las horas en que se hace la cena. Es importante tener un régimen de alimentación sana con bastante disciplina y esa mentalidad de paciencia y buen comportamiento trasladarlo también cuando se va a realizar las correspondientes actividades físicas.
No se pueden escapar los detalles a la hora de querer realizar una adecuada dieta o cuando se quiere mantener un buen estado físico, por eso, es de vital importancia también tomar en cuenta que el descanso a la hora de dormir es también indispensable para evitar las lamentables etapas de la obesidad y sobrepeso.
Buen dormir= Buena salud
Muchos expertos en la materia recomiendan que el dormir entre 7 y 8 horas diarias es fundamental para la buena salud humana por distintos fundamentos médicos. El buen descanso es esencial para el bienestar físico, psíquico y hasta para no engordar, ya que el cuerpo fue diseñado a la perfección y cuando se le exige de más éste comienza a emitir inevitables fallas y desajustes que son los causantes de un posible aumento de peso.
Se debe prestar más atención a la rutina del sueño, ya que repercute en la acumulación de grasa y líquidos, para ella, son necesarias al menos siete horas de sueño nocturno de buena calidad debido a que existen dos hormonas que regulan el apetito y que funcionan mucho mejor cuando se duerme: la leptina, que inhibe las ganas de comer; y la ghrelina, que las estimula.
“Cuando hay falta de descanso, se altera el equilibrio entre ambas, con una menor secreción de leptina y mayor de ghrelina, provocando una mayor necesidad de consumir alimentos más calóricos, ricos en grasas y azúcares. Ambas, son hormonas que, si bien funcionan todo el día en el organismo, tienen un papel preponderante y un mayor rendimiento o funcionamiento durante el sueño. Entonces, al dormir poco, se secreta una menor cantidad de leptina y, en consecuencia, se segrega mayor cantidad de la otra, la ghrelina, que es la hormona que estimula el apetito”, explicó en el medio Bienestar, a licenciada argentina en Nutrición, Jorgelina Azzaro.