Parece que el incremento de la violencia en Estados Unidos se extiende a todo tipo de lugares y ya ni siquiera McDonald’s es un lugar seguro, pues por segunda vez en lo que va de año, un empleado de una cadena de comida rápida recibe un disparo, en este caso un joven de tan solo 23 años tuvo que ser trasladado de emergencia al hospital.
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El tema de la violencia con armas es Estados Unidos ha sido en centro de atención durante un par de años ya, con las facilidades que existen en dicho país para el porte, manejo y obtención de armas, parece que los ciudadanos han comenzado a ver a dichos objetos como algo de uso diario, llevando a múltiples situaciones de violencia a lo largo y ancho del territorio.
Luego de recibir un disparo en la cara, empleado de McDonald’s es trasladado al hospital
Las autoridades de Brooklyn dieron a conocer lo sucedido el día recientemente en el establecimiento situado en 1531 Fulton St, donde un empleado de tan solo 23 años de edad comenzó a tener una discusión con una clienta y terminó siendo llevado de emergencia.
De acuerdo a la información que se tiene, la pelea acabó escalando al punto en el que ambas personas llevaron su conflicto a la parte de afuera del restaurante de comida rápida y fue ahí donde, el hijo de la clienta sacó un arma y no dudó en disparar al empleado.
El altercado tuvo lugar alrededor de las 7 de la noche y las autoridades acudieron al instante, por desgracia el joven herido tuvo que ser llevado al hospital en estado crítico y hasta el momento se desconoce su estado, mientras que la persona que disparó fue detenida de inmediato.
Trabajar restaurantes ya no parece algo tan seguro
Las cadenas de comida rápida suelen ser el comienzo de la vida laboral de muchos jóvenes, pero cada vez se vuelve más peligroso trabajar en uno de ellos, pues en enero, una empleada de tan solo 19 años recibió un disparo letal.
El hecho tuvo lugar mientras el Burguer King donde trabajaba Kristal Bayron-Nieves estaba siendo asaltado por ladrones, Kristal acabó recibiendo un disparo letal en el torso luego de entregarle al asaltante un billete de 100 dólares, era tan solo su primera semana de trabajo.