Los picores no son siempre síntoma de enfermedades cutáneas. Pueden indicar también hepatitis.
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Esta enfermedad vírica (de la que hay varios tipos que se denominan con las primeras ocho letras del alfabeto, de la A a la H) inflama el hígado y altera sus funciones, entre las que se destacan la desintoxicación de la sangre, el almacenamiento de vitaminas y la producción de hormonas, creando problemas de salud en todo el cuerpo.
La hepatitis suele diagnosticarse tarde porque sus primeros síntomas, como la picazón o la fatiga, no llevan al enfermo a consultar con el médico.
Más datos sobre la hepatitis viral
Según el portal Medline Plus, la hepatitis puede ser una infección aguda (a corto plazo) o una infección crónica (a largo plazo). Se transmite a través del contacto con alimentos o agua contaminados con las heces de una persona infectada.
Tratar la hepatitis suele acabar con los picores, que pueden aliviarse mientras tanto utilizando cremas humectantes, talcos mentolados o fármacos antihistamínicos.
Por su parte, el sitio web Medical News Today señala que la hepatitis viral tipo A “puede ser leve y la mayoría de las personas se recuperan totalmente, después de lo cual son inmunes y, por lo tanto, están protegidas del virus en el futuro. Sin embargo, los síntomas pueden ser graves o potencialmente mortales si progresa”.
Además, agrega que “las personas que viven en partes del mundo con malas condiciones de saneamiento corren un riesgo particular de contraer el VHA, a pesar de que existen vacunas seguras y efectivas que protegen contra este virus”.