Ya pasaron más de dos años desde que se inició la lamentable pandemia Covid – 19 que sin duda alguna cambió por completo el accionas del planeta. Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta este mes de mayo ya se superó la cifra de seis millones de fallecidos víctimas de virus mortal.
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Lo esperanzador es que gracias a las distintas jornadas de vacunación pareciera que de a poco todo está volviendo a la normalidad y ya son varios los países que han reducido las normativas e inclusos, otros ya han quitado por completo los protocolos establecidos para controlar el Coronavirus.
Sin embargo, y pese a los exitosos resultados de las vacunas, sigue habiendo dudas sobre el long covid o covid prolongado cuyas causas impulsan al arduo seguimiento y análisis de los científicos. Su extraña prevalencia es difícil de calcular y algunos informes como el de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) creen que 1 de cada 10 personas infectadas padece long covid en el mundo, es decir, presentan síntomas del SARS-CoV-2 que pueden extenderse hasta meses después del alta médica de la enfermedad.
Covid prolongado
“El covid prolongado se ha visto en diferentes formas y tiempos de aparición luego de la primera, segunda y tercera ola pandémica. Ante la presencia de diferentes variantes del virus y ciclos de estudios científicos, se fueron generando distintas definiciones del long covid. Tanto en pediatría como en adultos, se estima que entre un 20 y un 30% de las personas experimenta una prolongación de los síntomas hasta un mes después del alta médica por la infección”, informó el infectólogo, Roberto Debbag, para el medio TN.
Entre la variedad de síntomas se encuentran la dificultad para respirar, fatiga, problemas para dormir, tos, dolor en el pecho y el estómago, dolor de cabeza, aceleración del corazón y otros problemas cardíacos, presión arterial alta, dolor en las articulaciones y los músculos, sensación de hormigueo debajo de la piel, fiebre, mareos, sarpullido, diarrea, cambio en el ciclo menstrual, diabetes tipo 2, pérdida de cabello, sarpullidos, visión borrosa o doble y pérdida continua del sentido del olfato o del gusto.
