Estilo de Vida

¿Qué es la distrofia corporal, el trastorno relacionado con la apariencia?

Sin escatimar edades y sexo, son cada día más los que sufren por este trastorno de obsesión

Los adelantos tecnológicos trajeron sin duda algunas beneficios en el día a día de los seres humanos. Pero no todo ha sido bueno, como pasa en la vida, hay pros y contras.

La redes sociales y su saturada exposición personal ha elevado los parámetros en la sociedad con respecto a la imagen y belleza. Con ello, ha llevado a que las personas usen distintas aplicaciones digitales para intentar mejorar el aspecto físico.

El Trastorno Dismórfico Corporal (trastorno de obsesión por la apariencia) ha crecido en los últimos años en adultos y adolescentes que desean verse “perfectos” y que, inmersos en esa obsesión, pueden hasta llegar a crearse defectos físicos fantasiosos.

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Antes esto, Daniel Alejandro Fernández, licenciado en Psicología con orientación psicoanalítica, explicó el medio argentino, Mitre que “si bien en la actualidad, en esta sociedad competitiva y en la cual los parámetros de belleza ideales parecerían ser los de modelos (masculinos o femeninos) o estrellas de Hollywood, lo cierto es que tales ideales son inviables para la enorme mayoría de los mortales y, en menor o en mayor medida, una persona sana mentalmente sabe reconocer dicha imposibilidad y consigue aceptarse a sí misma”.

Problemas con la realidad

Fernández explica que una de las características más preocupante en las personas que sufren de dismorfia corporal, es que la capacidad de comprensión antes el problema es nulo y tienden a obsesionarse con mejorar el aspecto general de su cuerpo o una característica en particular que puede ser real o imaginaria.

“De ahí que en muchos casos se puede llegar a padecer una profunda anorexia o se puede ser víctima de cirujanos inescrupulosos que no dudarán en operarnos reiteradamente la nariz, por ejemplo, aunque sea innecesario”, advierte el licenciado en psicología.

Inicios del Trastorno Dismórfico Corporal

Distintos especialistas concuerdan que el posible origen de dicho trastorno es desde la primera época de la adolescencia, al ser el momento en que el ser humano comienza a forjar su identidad.

“Cuanto mayor sea la necesidad de ser aceptado por los otros, mayor será la desesperación por verse bien. Es decir que quienes tienden a tener este trastorno son individuos de muy baja autoestima y que, erróneamente, consideran que su éxito social dependerá casi exclusivamente de verse atractivos. ¿Es que acaso no lo son? Quizá sí, pero desde su escasa capacidad de autopercepción, no lo ven de esa forma o no les parece suficiente. De ahí su obsesión de querer transformarse, creyendo que de esta manera hallarán finalmente la tranquilidad que tanto buscan” concluyó Daniel Alejandro Fernández.

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