Luego del contagio, para retornar a actividades laborales o educativas, se suele pedir una prueba que demuestre que se ha superado la Covid-19.
PUBLICIDAD
Al respecto, el doctor Germán Guerrero explica que una prueba para retornar al trabajo o escuela luego del contagio de Covid-19 es un gasto innecesario, dada la evidencia actual sobre el funcionamiento del virus y de cómo actúa en nuestro cuerpo.
Guerrero explica que a partir del día 1 de la enfermedad, es decir, desde que aparecen los primeros síntomas, existe la sospecha clínica, o se confirma con una prueba PCR, inicia el conteo de 10 días en las que el paciente debe cumplir con el aislamiento preventivo obligatorio y seguir las recomendaciones médicas para superar su enfermedad.
“Según recomendaciones de los CDC, después de 10 días del contagio de Covid-19 y si en las últimas 24 horas no ha habido ningún síntoma, principalmente fiebre, se puede dar el alta al paciente”, indica Guerrero.
De su lado, el medico investigador Esteban Ortiz, ejemplifica cómo debe ejecutarse el aislamiento preventivo obligatorio:
“Si empezó los síntomas el 1 de enero, usted debería estar aislado hasta el 10 de enero, considerando que a partir del día siete debería estar asintomático. Si esto sucede así, ni siquiera necesita un PCR negativo para salir a trabajar o a la comunidad”.
¿Qué pasa en casos más graves?
Guerrero indica que en el caso de personas que tienen alguna enfermedad subyacente, inmunodeprimidos o pasaron una enfermedad más grave y estuvieron hospitalizadas por Covid-19, se podría esperar 20 días de aislamiento preventivo obligatorio.
PUBLICIDAD
Aclara que en ninguno de los dos casos se realiza una prueba al final de la enfermedad.
El galeno señala que la recomendación de no exigir pruebas al finalizar el aislamiento preventivo obligatorio de 10 días por Covid-19, se maneja desde junio de 2021 según protocolos internacionales. “Incluso el protocolo del Ministerio de Trabajo en Ecuador señala que ya no es necesario solicitar prueba PCR, ni cuantitativa ni de antígenos, al finalizar la enfermedad”, señala.
“Actualizar estos protocolos según la evidencia médica actual permite optimizar recursos. De esta manera, las pruebas se realizarán cuando sean estrictamente necesarias y no afectaremos el bolsillo de la población”, culmina Guerrero.