En los últimos días se ha dado a conocer el descubrimiento de “abejas buitres” que tienen dientes y comen carne, un hecho que ha sorprendido en el mundo tras estar acostumbrados a verlas siempre alimentándose del polen de las flores.
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Se trata de una especie tropical que no es muy conocida y que ha evolucionado con un diente extra para morder la carne, no tiene aguijón y por si fuera poco, con un intestino que posee similitudes con el de los buitres o de los animales carroña, un hecho que podría deberse a la competencia por su alimento tradicional.
Científicos de la Universidad de California en Riverside realizaron el estudio y lo publicaron en la revista mBio de la Sociedad Estadounidense de Microbiólogos. Doug Yanega, entomólogo, señaló que “Estas son las únicas abejas en el mundo que han evolucionado para utilizar fuentes de alimentos no producidas por plantas, lo que es un cambio bastante notable en los hábitos alimenticios”.
Con ese cambio, se descubrió que las bacterias intestinales de las abejas buitres diferían en gran manera con las de las de una abeja vegetariana típica.
Para hacer una comparación, los expertos recolectaron abejas sin aguijón que se alimentan de carne y flores, y otras que solo se alimentan de polen. Al analizar los microbiomas de los tres tipos de abejas, encontraron los cambios más extremos entre los comederos exclusivos de carne.
“El microbioma de la abeja buitre está enriquecido en bacterias amantes de los ácidos, que son bacterias nuevas que sus parientes no tienen”, dijo inn McFrederick, entomóloga de la Universidad.
Además explicó que “Estas bacterias son similares a las que se encuentran en los buitres reales, así como en las hienas y otros animales que se alimentan de carroña, presumiblemente para ayudar a protegerlos de los patógenos que aparecen en la carroña”.
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“Es una locura para mí que una abeja pueda comer cadáveres. Podríamos enfermarnos debido a que todos los microbios en la carne compiten entre sí y liberan toxinas que son muy malas para nosotros”, confesó Maccaro.
Otro punto que se explicó es que aunque las abejas se alimenten de carne, la miel continúa siendo dulce y comestible. “Almacenan la carne en cámaras especiales que se sellan durante dos semanas antes de acceder a ella, y estas cámaras están separadas de donde se almacena la miel”.
Los investigadores continuarán realizando estudios de los microbiomas de las abejas buitre, con el objetivo de poder hacer hallazgos sobre los genomas de todas las bacterias, así como sobre los hongos y virus en sus cuerpos.