La diabetes en los varones tiene un efecto directo sobre la fertilidad. El doctor Con Mallidis, de la Queen’s University, Belfast, Reino Unido, aseguró recientemente que estudios han demostrado que la diabetes daña el ADN en el esperma masculino y su calidad.
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El incremento del número de diabéticos diagnosticados a una edad temprana ha coincidido con una preocupación mundial por la fertilidad masculina, señaló Mallidis. “Pero esto no es simple coincidencia”, aseguró. “Por primera vez hemos conseguido demostrar que la diabetes influye negativamente en la fertilidad masculina a un nivel molecular”.
Incapacidad de restaurar el ADN
Apuntó que “los hombres diabéticos tienen significativamente mermada su capacidad de reparar el ADN del esperma, por lo cual, una vez dañado el mismo, no se puede restaurar”.
Los daños en el material genético espermático se traducen en fallos en la concepción, además de en un aumento del riesgo de alteraciones en la descendencia. Hasta el momento se desconoce el mecanismo exacto que daña el ADN. Este trabajo sugiere que la diabetes altera el desarrollo y maduración del esperma.
Según Mallidis, los científicos pretenden continuar su trabajo intentando determinar cómo el exceso de azúcar ocasiona y contribuye al deterioro del ADN. Creen que pueden haber descubierto una nueva función de los agentes que aumentan la diabetes, y que su influencia va mucho más allá de la diabetes y sus complicaciones.
“Ahora tenemos que intentar desarrollar estrategias para proteger el esperma, y reducir la acumulación y el aumento de la diabetes”, dijo Mallidis. Para el doctor, las estrategias podrían incluir cambios en el régimen alimentario, interrumpiendo una etapa en la formación de la diabetes, o incrementar la protección del cuerpo contra la enfermedad, posiblemente mediante la utilización de suplementos alimentarios.
La diabetes crece
La diabetes mellitus es la enfermedad crónica que más aumenta en el mundo. Con el ritmo de crecimiento actual, se calcula que en 2025 unos 300 millones de personas serán diabéticas, el doble que en 1995. Coincidiendo con este ascenso, la infertilidad masculina también se ha disparado en los últimos años. Esta enfermedad podría ser una de las culpables, pero hay más: la contaminación, los pesticidas, el tabaco, la obesidad, entre otros.