Una mujer de 55 años denunció ante la Justicia italiana haber sido víctima de una estafa amorosa por parte de un hombre al que conocía desde la infancia y con quien retomó contacto a través de Facebook. El acusado, un turinés de 54 años con antecedentes por fraude y malversación, habría aprovechado la relación emocional para obtener USD 89.000 mediante supuestas inversiones y compras ficticias.
Reconexión por redes sociales que terminó en estafa
La víctima—cuyo nombre se mantiene en reserva mientras avanza el proceso judicial—relató al diario Corriere della Sera que estaba casada cuando retomó el contacto con el hombre, a quien buscó en Facebook para averiguar sobre un equipo amateur donde podría inscribir a su hijo.
Tras aceptar la solicitud, comenzaron a hablar por mensajes directos. Las conversaciones pasaron de simples recuerdos de infancia a confidencias sobre problemas personales. El acusado empezó a insistir para que ella dejara a su esposo y comenzara una relación con él, algo que finalmente ocurrió.
En apenas semanas, ambos se encontraron y formalizaron una relación sentimental.
La maniobra: inversiones ficticias, préstamos y transferencias
Una vez establecidos como pareja, el hombre aseguró que tenía contactos inmobiliarios y la convenció de invertir USD 23.000 para abrir un restaurante en Vercelli. Para ello, ella depositó el dinero en una tarjeta Postepay a nombre de la madre del acusado.
Luego, pidió USD 20.000 adicionales para comprar un automóvil, prometiendo que pronto le devolvería todo el dinero porque “tenía dos millones guardados”. Nada de eso ocurrió.
“Sabía que algo no estaba bien, pero continué dándole dinero. Estaba emocionalmente involucrada”, confesó la mujer.
Más tarde abrió una cuenta bancaria a su nombre y se la entregó al acusado, quien alegó que estaba siendo investigado por evasión fiscal y necesitaba otra tarjeta para sus gastos.
Antecedentes criminales y una casa que nunca existió
El hombre tiene antecedentes judiciales por:
- fraude
- extorsión
- recaptación
- malversación de fondos
Cuando la víctima intentó alejarse, él la convenció nuevamente con la promesa de comprar una casa juntos en la localidad de Crocetta del Montello. Ella pidió un préstamo y transfirió USD 46.000 para “comprar su parte”.
Solo vio el exterior de la propiedad antes de que él desapareciera definitivamente. Más tarde, el acusado afirmó que vendió la casa al padre de un futbolista y usó el dinero en otro proyecto, algo que tampoco fue comprobado.
La mujer quedó en bancarrota.
El proceso legal
El caso está en manos de la justicia italiana como fraude informático, delito que en el Código Penal de Italia contempla penas de:
- 6 meses a 5 años de prisión
- multa económica según corresponda
El acusado está representado por el abogado Andrea Giovetti, quien alega que “los préstamos no se obtuvieron mediante engaño”, y que la mujer dio el dinero “para seguir vinculada emocionalmente con él”.
La denunciante rechaza esta versión:
“Dejé a mi marido por él. Me vació la cuenta bancaria. Estoy en bancarrota. Pero quiero que otras mujeres no pasen por lo mismo.”

