Catrina Sauvage, una joven quiteña que en pocos años logró consolidarse como figura en redes sociales, se ha convertido en uno de los nombres más comentados en el mundo digital ecuatoriano.
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Con más de un millón de seguidores entre Facebook, Instagram y TikTok, su crecimiento ha estado marcado por la combinación de contenido llamativo, entrevistas sin filtros y controversias que la han situado en el centro del debate público.
Su presencia en el entorno digital no solo se debe a sus publicaciones frecuentes, sino también a su estilo directo y sin tapujos al hablar sobre temas sensibles, especialmente relacionados con la sexualidad y la creación de contenido para adultos.
La filtración de un video íntimo
El 15 de septiembre de 2025, un nuevo episodio de controversia rodeó a Catrina Sauvage.
Un video íntimo de 11 minutos comenzó a circular en chats de Telegram y WhatsApp.
En la grabación se la observa junto a un hombre en una secuencia explícita que, según versiones, fue filmada en Guayaquil durante el evento Los Kiños del Año, donde ella participó como modelo promocional.
La filtración generó múltiples comentarios en redes sociales y puso en duda la protección de la privacidad de las creadoras de contenido digital, un tema que ya ha afectado a otras influencers en Ecuador.
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Su mundo en el OnlyFans
Durante una entrevista en el podcast El Pabellón, Sauvage relató cómo ingresó al mundo del erotismo digital.
Su primera etapa estuvo marcada por la publicación de fotografías sensuales, hasta que conoció a la también creadora de contenido Tami Rivera, quien la animó a abrir un perfil en la reconocida “página azul”.
Al inicio, confesó que los ingresos no eran los esperados, pues no tenía la apariencia física que suelen buscar los usuarios en ese tipo de plataformas.
Sin embargo, tras someterse a cambios estéticos, su popularidad creció de manera exponencial, lo que le permitió aumentar sus ganancias y posicionarse entre las influencers ecuatorianas más reconocidas en este ámbito.
Casos similares en Ecuador
La situación de Sauvage no es un hecho aislado. Meses atrás, la guayaquileña Abigail Lalama denunció la filtración de un video íntimo con su expareja, lo que la llevó a realizar transmisiones en vivo donde expresó su indignación y dolor.
En varias ocasiones lloró frente a sus seguidores por el impacto emocional y psicológico que atravesaba.
Otro caso mediático fue el de Leidy Álvarez, conocida como “La Chonera Bonita”.
Ella desmintió rotundamente la autenticidad de un material íntimo que se viralizó en redes y afirmó que se trataba de un video manipulado digitalmente, cuyo único parecido era el color de su cabello.
La versión de Catrina Sauvage
La quiteña ha indicado que ella y su equipo de trabajo tienen conocimiento de que uno de sus videos iba a circular en plataformas externas y que ellos lo autorizaron.
Esto con el objetivo de aumentar su alcance y ganar más seguidores en sus redes sociales.
La confesión ha provocado opiniones divididas: mientras algunos critican la estrategia por considerarla riesgosa y perjudicial para la imagen de la mujer ecuatoriana, otros la ven como una maniobra de mercadeo audaz en un entorno digital cada vez más competitivo.