Farah, una joven de 28 años, compartió en redes sociales el drástico cambio en su rostro durante su segundo embarazo.
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Aunque esperaba con ilusión la llegada de su bebé, no imaginó el impacto que los cambios hormonales tendrían sobre su piel.

Su mensaje es claro: el embarazo no debe romantizarse. “Cada embarazo es diferente. A veces se romantiza mucho, pero también puede traer pruebas muy difíciles. Hay que hablar de todo”, expresó en su publicación.
Durante los primeros meses de gestación, Farah notó la aparición de manchas rojas en su rostro. Tras acudir al médico, recibió un diagnóstico poco conocido: acné gestacional, una afección dermatológica provocada por las alteraciones hormonales propias del embarazo.
“No me reconocía”: el impacto emocional del acné gestacional
El cambio físico no fue menor. Farah relató que su cara se transformó por completo, lo que afectó su autoestima.

Las inflamaciones, granos y líneas de expresión prematuras hicieron que se sintiera irreconocible frente al espejo.
“Mi cara cambió al 100%. No me reconocía”, comentó. Pese a ello, destacó el apoyo de su esposo, quien la acompañó con empatía y comprensión:
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“Tuve la fortuna de contar con su apoyo. Me repetía que seguía siendo hermosa y que esto solo era una etapa”.
¿Qué es el acné gestacional y por qué ocurre?
El acné gestacional es una forma de acné vinculada al embarazo. De acuerdo con el portal MayClinic, se produce por el aumento de hormonas como los andrógenos, que estimulan la producción de grasa en la piel. Este exceso de sebo puede obstruir los poros y causar granos, espinillas y hasta lesiones más severas.
Puede aparecer en el rostro, cuello, pecho o espalda, incluso en mujeres que nunca habían sufrido de acné. Aunque es más frecuente en el primer trimestre, puede manifestarse en cualquier momento del embarazo.