Lo que comenzó como una grabación alegre entre olas, terminó en una preocupación sanitaria y una lección sobre conciencia ambiental. La influencer sudafricana Michelle Sky Hayward se volvió viral tras compartir en Instagram un video donde nada entusiasta en una playa de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El detalle: la “espuma marina” en la que nadaba era en realidad agua contaminada con heces fecales.
PUBLICIDAD
El video fue publicado el 8 de julio, y en él se ve a Michelle flotando entre espuma color marrón y comentando su sabor salado. Sin saberlo, estaba rodeada de aguas negras. Las redes sociales no tardaron en advertirle que se trataba de residuos cloacales provenientes del desagüe directo de hoteles al mar.
Críticas y consecuencias sanitarias
Las imágenes mostraban a la influencer con el rostro cubierto por la espuma contaminada. Seguidores y usuarios le recomendaron asistir al médico ante el riesgo de infecciones por bacterias como E.Coli, que se encuentra en el tracto intestinal y puede causar graves problemas de salud.
Pese a la advertencia, Michelle no ha reportado malestares hasta ahora. Incluso bromeó diciendo que quizá la experiencia “reforzó su sistema inmunológico”.
La otra cara: fallas en regulación sanitaria
El hecho también destapó una preocupación mayor: la insuficiencia de controles ambientales en playas sudafricanas. Ciudad del Cabo ha enfrentado cierres frecuentes de balnearios por altos niveles de contaminación y vertido de aguas residuales sin tratamiento.
Expertos en salud ambiental señalan que el contacto directo con este tipo de residuos puede generar desde infecciones en la piel hasta complicaciones gastrointestinales severas.
Mientras Michelle gana seguidores y nuevas alianzas publicitarias por la viralidad del video, el incidente deja una reflexión urgente: no todo lo que brilla en redes es saludable. Y la conciencia ambiental debería ser tan viral como los retos en TikTok.