El amor es uno de los grandes motores de la vida humana, y dentro de las relaciones de pareja, la sexualidad juega un papel vital en el equilibrio emocional y el bienestar. Si bien las relaciones atraviesan momentos buenos y malos, la conexión íntima entre dos personas puede ser determinante para su duración y calidad.
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Durante años, científicos e investigadores han intentado responder una pregunta común: ¿más sexo significa más felicidad? Un estudio realizado por la Universidad de Toronto Mississauga, con una muestra de 30.000 personas, ofrece una respuesta interesante: la clave no está en la cantidad, sino en la frecuencia adecuada. Según sus hallazgos, mantener relaciones sexuales una vez por semana es suficiente para mantener altos niveles de satisfacción y felicidad en pareja. Tener sexo con mayor frecuencia no aumenta significativamente ese bienestar, pero hacerlo con menos frecuencia sí podría impactar negativamente.
Además, la edad también influye. El Instituto Kinsey encontró que las personas de entre 19 y 29 años tienen un promedio de 112 encuentros sexuales al año (unas dos veces por semana), mientras que entre los 30 y 39 años baja a 86. Esta disminución parece natural conforme cambian las prioridades y responsabilidades.
También se desmonta un mito común: las parejas casadas no necesariamente tienen menos sexo, y su satisfacción no depende únicamente de la frecuencia. Incluso aquellas que tienen menos encuentros pueden ser igual o más felices, especialmente en etapas más maduras, donde el conocimiento mutuo y la complicidad ganan protagonismo.
En definitiva, el sexo importa, pero no por su cantidad desmedida. La conexión emocional, la comunicación abierta y la intimidad sincera son los verdaderos pilares del bienestar en pareja. Más que números, se trata de calidad, respeto y vínculo emocional.