Lo que comenzó como una sospecha menor terminó siendo una batalla contra una enfermedad inesperada para Holly Stubbs, una madre británica de dos hijos, embarazada de su tercero cuando notó un pequeño bulto en su lengua.
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Sin antecedentes familiares, sin hábitos como el tabaco o el alcohol, y sin factores de riesgo evidentes, Holly jamás imaginó que estaba enfrentando un cáncer de boca.
La protuberancia apareció cuando cursaba el séptimo mes de embarazo.
Pensando que se trataba de un efecto hormonal común, esperó un tiempo antes de consultar a un dentista.
El especialista, aunque sin alarmarse, la remitió a un cirujano oral. En esa consulta, el médico coincidió con el diagnóstico preliminar: probablemente un granuloma del embarazo, una condición benigna que afecta a cerca del 5 % de las gestantes.
El grano en su lengua era cáncer:
Sin embargo, por precaución, se realizó una biopsia. A principios de mayo de 2025, los resultados confirmaron el diagnóstico que cambiaría por completo su vida: carcinoma oral.
“No tengo factores de riesgo, simplemente fue mala suerte”, declaró Holly con la entereza de quien enfrenta lo inesperado.
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Afrontar el cáncer pese a estar embarazada:
El día del diagnóstico fue especialmente duro: además de la noticia, Holly había asistido a siete citas médicas y recibido múltiples tratamientos para proteger la salud de su bebé, entre ellos anticoagulantes e inyecciones de esteroides para fortalecer los pulmones del feto.
A las 33 semanas, Holly fue sometida a una cirugía para extirpar parte de su lengua.
La operación, que la dejó temporalmente sin hablar ni comer por vía oral, también significó un reto emocional. “Tuvimos que explicarle todo a nuestros hijos sin asustarlos demasiado. Vamos día a día”, dijo la madre, consciente del impacto psicológico en su familia.
Luego de dar a luz deberá someterse a otra cirugía por el cáncer:
Aunque los médicos lograron remover el tumor visible, los análisis posteriores revelaron que la masa era más grande de lo que se pensaba y que existía una posibilidad del 30 % de que el cáncer se hubiera propagado a los ganglios linfáticos.
Por ello, Holly deberá someterse a una segunda intervención después del parto.
Síntomas del cáncer de boca:
El caso de Holly subraya la importancia del diagnóstico temprano del cáncer de boca, una enfermedad que puede pasar desapercibida en sus etapas iniciales.
Entre sus síntomas se encuentran bultos, heridas que no cicatrizan, manchas rojas o blancas, dolor persistente, o dientes flojos sin causa aparente.
A pesar de los avances médicos, el cáncer oral sigue teniendo un pronóstico reservado si no se detecta a tiempo.
Holly, sin los factores clásicos de riesgo, demuestra que nadie está completamente exento. Su historia, además de un testimonio de resiliencia, es un llamado a la vigilancia médica y a no subestimar ningún síntoma.
