Tras el reciente fallecimiento del Papa Francisco, el mundo vuelve a mirar con inquietud las profecías de Nostradamus cuyas predicciones han sido interpretadas por generaciones como presagios de grandes eventos históricos. Entre ellas, una destaca por su carga simbólica y apocalíptica: la llegada de un “Papa negro”, que marcaría el comienzo del fin para la Iglesia y la humanidad.
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Nostradamus y el misterio del “Último Papa”
Nostradamus escribió en 1555 una colección de versos proféticos que, según sus seguidores, anunciaban guerras, caídas de imperios y catástrofes naturales. Pero en los últimos años, sus textos han sido reinterpretados a la luz de la sucesión papal, especialmente tras la elección de Francisco, el primer pontífice jesuita de la historia.
Uno de los pasajes más comentados señala la aparición de un líder espiritual que algunos asocian con un “Papa negro”. Esta figura ha sido entendida por algunos como un Papa de origen africano, mientras que otros creen que es una referencia simbólica al líder de los jesuitas, apodado tradicionalmente de esta forma debido al color de su sotana. En este contexto, muchos ya habían apuntado al propio Francisco como posible “cumplimiento parcial” de esa predicción.
Ahora que se abre un nuevo cónclave, los ojos se posan sobre los cardenales africanos más influyentes: Peter Turkson, de Ghana, y Robert Sarah, de Guinea. Ambos han sido considerados papables en los últimos años, y su elección podría alimentar aún más la teoría de que estamos ante la figura del enigmático “Papa negro”.
Además, en la Basílica de San Pablo Extramuros, en Roma, hay un detalle que despierta curiosidad: los medallones que retratan a todos los Papas solo tienen espacio para uno más después de Francisco. Este elemento ha sido tomado por algunos como un símbolo inquietante que reforzaría la noción de un “último Papa”, predicho no solo por Nostradamus, sino también por la famosa profecía de San Malaquías.
¿2025, el año del “Juicio Final”?
Algunos estudiosos de las profecías aseguran que el año 2025 podría ser clave. Según ciertas interpretaciones modernas, ese sería el momento en que se desencadenarían una serie de eventos ligados al fin de los tiempos: el fallecimiento de un Papa anciano, la elección de un sucesor inusual y una transformación global que afectaría a toda la civilización occidental.
Aunque es importante recordar que las predicciones de Nostradamus no mencionan fechas exactas ni nombres, su estilo enigmático ha permitido a lo largo del tiempo múltiples lecturas que muchos consideran sorprendentes. A lo largo de la historia, se le ha atribuido haber anticipado hechos como la Revolución Francesa, el ascenso del nazismo y hasta los atentados del 11 de septiembre.