La noche del martes 9 de julio, la Fundación Guayasamín celebró el 105 aniversario del natalicio de Oswaldo Guayasamín, conocido como el “Pintor de Iberoamérica”. El evento contó con la presencia de autoridades nacionales, cuerpo diplomático, personalidades de la cultura, familiares del artista y amigos de la Fundación.
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El ilustre Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, con el señor alcalde Pabel Muñoz formaron parte de este significativo evento mediante la firma de un convenio marco de cooperación interinstitucional con la Fundación Guayasamín, destinado a la realización de actividades culturales conjuntas. Los inmuebles de la Casa Museo Guayasamín y la Capilla del Hombre, son “Premio de ornato”, forman parte del Patrimonio cultural del Ecuador, y albergan bienes culturales que son parte del legado donado al Ecuador por Oswaldo Guayasamín.
Durante la velada, se formalizó también la donación de equipos para el control de la humedad por capilaridad por parte de la empresa suiza Biodry. Esta tecnología innovadora, es crucial para la conservación de los bienes culturales de la Fundación Guayasamín.
La humedad ascendente capilar, un problema común que afecta los materiales de construcción desde el suelo, puede causar moho, malos olores y eflorescencias salinas en las paredes. Gracias a los dispositivos de Biodry, se evitará que el agua del suelo se filtre en las paredes, manteniéndola en el subsuelo y protegiendo tanto las edificaciones como los bienes culturales.
El evento también incluyó la inauguración de una exposición del reconocido artista boliviano Roberto Mamani Mamani. La Embajada de Bolivia colaboró con danzantes y música representativa de la cultura boliviana. La conexión entre Guayasamín y Mamani Mamani se remonta a una invitación realizada por Oswaldo Guayasamín durante una visita a Bolivia, la cual se materializó gracias a la gestión de Verenice Guayasamín.
Mamani Mamani, nacido en Cochabamba y conocido mundialmente por su obra que incorpora la tradición y los símbolos indígenas de la cultura aymara, ha expuesto en importantes colecciones públicas y privadas en ciudades como Washington D.C., Bogotá, México, Tokio, Múnich, China, Singapur y Londres. Sus pinturas, llenas de colores vibrantes y simbología, reflejan la herencia cultural de los pueblos indígenas del Altiplano boliviano.
La noche culminó con la colocación de ofrendas florales en el “Árbol de la Vida”, y rindiendo homenaje a la memoria de Oswaldo Guayasamín con una “fiesta típica ecuatoriana”, evocando la manera en la que el mismo solía celebrar sus cumpleaños. Los asistentes disfrutaron de bebidas y comida tradicionales como canelazos, jugos, empanadas de morocho, tripa mishki, papas de la María, helados de paila y pristiños. Además, hubo presentaciones artísticas de danzantes de Bolivia y Ecuador, incluyendo al grupo Jacchigua, la Banda Municipal y la tradicional vaca loca.
