En el podcast de Pepe y Chema, estuvo como invitada Isabel Custodio, una camarista que ha trabajado en varios hoteles en México. La mujer cuenta que es originaria de Tabasco, pero ha vivido en Cancún y trabaja en la Riviera Maya, una zona turística que a diario recibe a personas de todo el mundo.
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En la conversación reveló las cosas que le han pasado y le ha tocado ver mientras limpiaba las habitaciones.
Empezó contando sobre el día que una mujer que se había casado la noche antes tuvo que abandonar la habitación porque su esposo la maltrató y le cortó toda la ropa.
Otra de las experiencias que la han marcado fue cuando uno de los huéspedes, un hombre americano, la encerró en la habitación, pero logró escapar a la terraza.
Un cuarto muy desagradable para limpiar
Isabel confesó que los clientes pueden llegar a ser muy cochinos. “Me tocaron varios, pero el que recuerdo mucho fue un 24 de diciembre, se supone que íbamos a salir temprano, pero yo tenía una suite, el huésped no quería limpieza y la pidió cuando yo ya iba de salida. Se había vomitado en la cama, la cabecera, el jacuzzi, el piso. No solo vomitado, sino también se hicieron el baño”, contó con repugnancia de recordar ese día.
La mejor propina
La mujer confesó que en un hotel, ella trabajaba en una de las secciones que nadie quería porque no daban propina, pero no fue su caso. Una mujer de Brasil quedó encantada con su servicio y pidió a su jefe que ella haga la limpieza de su habitación y la de sus hijos por los 15 días de su estadía, incluso hacía que ella desayune con su familia. Al final le dejó una propina con 200 dólares. Además, obtuvo un bono porque salió en los buenos comentarios del hotel.
Una experiencia que la marcó
Comentó que un día, tocó la puerta varias veces y nadie le contestó, cuando abrió la habitación y vio a un señor con una niña de aproximadamente 10 años en la tina. Al revisar el reporte, no vio un registro de ella, solo que había una persona adulta. Y en la otra habitación había una mujer con una niña, pero esos cuartos se conectan.
Este caso, Isabel lo reportó ya que encontró rastros de sangre y fundas de marcas de lujos.