Karol G siempre ha dado muestras de exuberancia en sus estilismos, y en esta ocasión, de Marc Jacobs y con orejas de elfo, mas unas caderas extendidas en el vestido, hicieron que impactara en su debut en la Met Gala 2024.
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Recordaba casi que a una versión de los elfos de ‘El Señor de los Anillos’ (muchos dijeron que estaba en su Legolas Era, aludiendo al personaje de Tolkien interpretado por Orlando Bloom), o a la misma elfa Galadriel, pero en su versión más latina y exuberante, en el máximo evento de la moda mundial.
Pero, mientras muchos amaron la imponente presencia de Carolina Giraldo, con todo y orejas puntiagudas, y con un brillo extraordinario, no faltaron las críticas y por supuesto, las comparaciones con Shakira.
El común de la gente la vio extraordinaria y con un poco más de propuesta que la barranquillera, pero a otros les pareció que copiaba a Kim Kardashian con sus wet looks y que el material y el contraste habrían podido estar mejor elaborados (decirle eso a Marc Jacobs).
Lo que más molestó también fue el detalle de sus caderas: Karol decidió arriesgarse expandiéndolas y contrastando eso con sus altísimos zapatos. Y pues para gustos, disgustos: si bien en Colombia se prefieren estéticas más señoriales, Karol de cierta manera representa el futuro.
Las comparaciones con Shakira fueron inevitables
Hay que decir, primero que todo, que el Carolina Herrera bajo Wes Gordon es de una esencia latina más depurada. Y para una artista como Shakira, que casi siempre es ella misma en editoriales, conciertos y demás, estuvo bien: se respetó su esencia en su cabello y ha sido uno de los vestidos más elaborados que ha llevado jamás.
Y eso que en videoclips ha aparecido con atuendos que se enfocan más en su movimiento.
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Ahora bien, Karol G pertenece a otra ola: esa de la música urbana que ha convertido a Medellín en el centro latinoamericano del streetwear, donde se experimenta editorialmente, y donde se ha llevado la vanguardia y la estética popular a un nivel de aspiración.
Y con alguien como Marc Jacobs, que literalmente sí que sabe de esas estéticas (él sacó la colección del grunge en 1992, para comenzar), y con amplia experiencia en eventos así, fue una aproximación interesante hacia una mujer siempre criticada por abrazar lo popular y lucirlo de manera aspiracional.
Eso, a pesar de los comentarios clasistas que hacen referencia a todo lo que rodea a la paisa.
Por lo tanto, aunque si bien ahora son comparadas y una gusta más que la otra y viceversa, vienen de contextos y orígenes diferentes.
