Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho en poco tiempo, puede ser peligroso pensar demasiado en ella porque nos acerca a la obsesión y a la dependencia emocional, más que al amor. Sabemos que es difícil controlar las hormonas y nos dejamos atrapar por nuestras ilusiones de vivir una historia romántica digna de una película, pero el autocontrol es importante.
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Los expertos refieren que las personas que se ‘enganchan’ demasiado rápido a alguien en realidad están intentando llenar vacíos emocionales. Incluso algunas pueden estar no disponibles emocionalmente y es cuando se producen prácticas dolorosas y lamentables, como el love bombing, donde uno ilusiona al otro fuertemente y luego se retira o aleja al verle enamorado.
De acuerdo con Psicología Online, “cuando encontramos a alguien que despierta nuestro interés, nuestro cerebro puede activar lo que se conoce como el efecto halo, donde idealizamos a esa persona basándonos en impresiones limitadas, atribuyéndole una serie de cualidades positivas sin conocerla profundamente”.
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Si hay carencias afectivas, se puede llegar a creer de forma inconsciente que esta persona es la solución al problema de sentirse solo, querer amor o regule tus estados de ánimo, algo que solo construirá un vínculo tóxico.
“Además, la curiosidad y el misterio que rodean a alguien que no conoces bien pueden intensificar tus pensamientos hacia esa persona. El deseo de explorar lo desconocido y la excitación de la novedad pueden hacer que tus pensamientos sigan volviendo a esa persona, intentando llenar los huecos con fantasías o suposiciones”, aseveran.
En otras situaciones, aseveran que se trata de escapismo: estar insatisfecho con algunos aspectos de tu vida, por lo que tu mente puede usar la imagen de esta persona como una distracción de tus problemas.
¿Cómo dejar de pensar demasiado en una persona que apenas estás conociendo?
En primer lugar, es fundamental aceptar lo que te está sucediendo sin juzgarte. Toma conciencia que puedes frenarlo poniendo autocontrol a tus pensamientos cuando empiece a elaborar fantasías e involúcrate en actividades que disfrutes y que requieran tu concentración completa para distrarte.
Pon límites sobre el tiempo que pasas pensando en él o ella o interactuando con esa persona y lo más importante, reflexiona sobre tus necesidades o estados emocionales actuales para saber lo que realmente estás buscando en esa persona que no te has podido dar.