Este año es diferente al anterior, básicamente, porque trae un día más y que se suma a febrero. A esto se le conoce como año bisiesto y se repite cada cuatro años. La Tierra tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, por lo que en promedio son 6 horas que sobran cada año y que anteriormente eran ignoradas, lo que trajo muchas complicaciones, razón por la que con el transcurrir del tiempo se ajustó.
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Entonces, como los cambiones de las estaciones climáticas no coincidían en los mismos meses, se acordó unir todas esas horas hasta completar un día y agregarla cada cuatro años, para un total de 366. Tal hecho particular tiene una gran connotación energética, por lo que la numerología descifró lo que especial que será el último día de este mes.
En la creencia popular hay un dicho: “Año bisiesto, año siniestro”, con el que se afirma que durante este lapso de tiempo ocurren hechos funestos. Sin embargo, para la numerología es todo lo contrario, ya que lo asocia con la iluminación espiritual, el despertar y las nuevas oportunidades.
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El próximo jueves es el día especial: 29 y de gran poder. La numerología lo que hace es reducir a su mínima expresión las cifras para luego darle un significado, por lo que al sumar 2+9=11, que es un número maestro, como también lo son el 22 y el 33.
El 11 tiene una connotación de introspección, intuición y espiritualidad, y quienes están bajo la esencia de esta cifra, no significa que sean superiores a los demás. El maestro en la numerología, Shiv Charan Singh, manifestó que “en su expresión más alta, el 11 es ser gemelo de Dios, la unidad individual paralela a la unidad universal, una relación que ya no acarrea ninguna tensión. Es el final de todo deseo, prueba, competición, duda, temor, juicio, rechazo o exigencia. Ninguno posee al otro y ambos quieren lo mismo”.
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Las personas marcadas por un número maestro deben de tener claro que no son seres superiores a los demás, sino tiene mayores responsabilidades con el mundo en general y de no estar conscientes de esto, puede afectar su estabilidad emocional.
Sin embargo, adentrándonos más en esta fecha, se le suma el 2, correspondiente a febrero, que en la vibración numérica significa que en este día es posible que tu alma encuentre la misión que tiene para su vida, llevar todo eso al plano terrenal.
Tanto el 11 como el 2, en líneas generales marcan una energía positiva para el amor, la curación y la enseñanza, por esto es que el año bisiesto es de fortuna. Las energías estarán en su punto más alto, donde radican el optimismo, la sabiduría espiritual y el amor puro. Unirlos, abre una especial de portal energético.