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La historia de la monja que está encadenada en el Vaticano, más terrorífica que la película

A veces la ficción no está tan alejada de la realidad como la conocemos.

Historia de la cabeza de una monja
Historia de la cabeza de una monja Imagen referencial tomada de Facebook

La Monja ha llegado a los cines del mundo, más de una semana lleva en cartelera y muchos de los fanáticos del terror han dado su apreciación de esta cinta perteneciente al universo del Conjuro. Aunque esta historia no está tan lejana de la “realidad”.

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En internet ha comenzado a hablarse de la cabeza momificada de la ex monja María Rosenthal y aunque han pasado más de 300 años, esta parte del cuerpo aún permanece casi intacta.

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Historia

Volvamos unos años atrás, a Alemania, en 1742, en el monasterio de Hohenwart, una monja llamada Josephine Rosenthal apareció de repente embarazada. Comenzó a frustrarse cuando afirmó firmemente que no tenía relaciones íntimas con ningún hombre del monasterio ni con nadie cercano a ella. A raíz de esto, fue sometida a varias pruebas que confirmaron que era virgen.

Se planteó la posibilidad de una “Inmaculada Concepción”, doctrina católica que proclama la pureza de la Virgen María desde la concepción. El padre Arique vio en este suceso la manifestación de algo divino, y resonó la noticia del embarazo de Josefina.

Con el tiempo, Josefina fue trasladada al Concilio Benito, donde su pureza fue confirmada una vez más mediante una serie de exámenes rigurosos. Dio a luz a una niña a la que llamaron María Rosenthal, en honor a su madre que murió durante el parto. Los rumores sobre su supuesta condición hermafrodita corrían.

Con el paso de los años, debido a su condición, María se convirtió en objeto de constante humillación por parte de algunas monjas y algunos sacerdotes, quienes no la veían como un ser divino, sino como algo demoníaco. Ante esto, los líderes eclesiásticos idearon un plan para asesinar a María.

La estrategia consistió en hacer morir a María a los 33 años, la misma edad que Jesús, atribuyendo un significado divino a su muerte. El plan llegó a oídos de María, por lo que decidió quitarse la vida cortándose el cuello. Después de eso, los sacerdotes ordenaron a las monjas que le arrancaran la cabeza y luego la embalsamaron en una caja junto con una cruz y algunos escritos. Después de su muerte, comenzaron a circular por el convento historias de sucesos sobrenaturales inexplicables.

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