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¿Todo fue mentira? Jugador de fútbol americano que inspiró la película “Un sueño posible” indicó que su familia adoptiva lo engañó

Estafado por su propia familia.

¿Todo fue mentira? Jugador de fútbol americano que inspiró la película “Un sueño posible” indicó que su familia adoptiva lo engañó
¿Todo fue mentira? Jugador de fútbol americano que inspiró la película “Un sueño posible” indicó que su familia adoptiva lo engañó Metro Ecuador

El exjugador de la NFL Michael Oher que se hizo conocido por la película ganadora del Oscar “Un sueño posible”, presentó una petición en un tribunal de Tennessee para poner fin a la tutela de Sean y Leigh Anne Tuohy sobre él alegando que sus padres “adoptivos” le arrebataron millones de dólares.

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Oher exigió a la corte una orden para que los Tuohy “demuestren los motivos para el incumplimiento de sus obligaciones de proporcionar cuentas regulares o de actuar en el mejor interés de su protegido, Michael J. Oher”. indicó uno de los abogados del deportista.

El jugador arremetió contra sus padres adoptivos.
Michael Oher. El jugador arremetió contra sus padres adoptivos.

El deportista pasó a estar bajo la tutela del estado de Tennessee justo antes de cumplir 11 años, en 1996, y poco después empezó su triste historia. El padre de un amigo le ayudó a entrar en una escuela donde empezó a jugar al fútbol. Tenía que tomar autobuses y caminar más de una hora con tal de cumplir con sus estudios, según la petición.

La madre de Oher tuvo 12 hijos y por culpa de su adicción al crack, no pudo hacerse cargo de ellos. Poco antes de cumplir 11 años, Oher fue enviado a un orfanato. Trató de incluirse en algunos hogares, pero no hubo química con las familias que le abrieron sus puertas.

“Un sueño posible” – Disponible a partir del 21 de julio. Foto: Alcon Entertainment. Imagen Por:

Pasó algunas noches en las calles, lo que hizo aún más inestable su situación. Fue a 11 escuelas en nueve años y repitió los primeros grados de escolaridad. Su destino cambió gracias a su habilidad física para los deportes. El director de un colegio privado y religioso de Memphis le dio la oportunidad en la escuela, donde conoció a los dos hijos biológicos de los Tuohy.

En el secundario las ofertas de las universidades comenzaron a llegar. Oher asegura que fue en ese momento cuando los Tuohy comenzaron a estrechar el vínculo, invitándolo a quedarse en casa y a pedirle que les llamara “papá” y “mamá”.

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