El mundo del cine está expectante por lo que será el estreno de dos cintas: Barbie y Oppenheimer. Ambas propuestas, con tonos diferentes, estrenarán el próximo 21 de julio pero de cara a ello por qué no te das la oportunidad de disfrutar un tema que afecta a miles de niños al día: el tráfico de personas.
PUBLICIDAD
Sound of Freedom es la propuesta de Alejandro Monteverde el cual reseña un caso real donde queda “al desnudo” la trata de niños. El tema es tan complejo y necesario de ver, que el galardonado Mel Gibson instó a los fanáticos del séptimo arte acudir a ver este largometraje.
“Uno de los problemas más preocupantes de nuestro mundo es el tráfico de personas, especialmente, el tráfico de niños. Nuestro futuro son los niños. El primer paso en erradicar este crimen es tener conciencia. Vayan a ver ‘Sound of Freedom’”, dijo Gibson frente a cámaras.
¿De qué trata?
Narra el trabajo realizado por Tim Ballard, quien era un agente de Seguridad Nacional de Estados Unidos que arriesgó prácticamente todo para combatir el tráfico de niños. Él se embarca en un trabajo riesgoso en la selva colombiana para recuperar a la hermana de un niño que fue rescatado días atrás.
La cinta se estrenó el pasado 04 de julio y ha acumulado muy buenas críticas y aceptación dentro de plataformas de evaluación de cine como Rotten Tomatoes. El objetivo es vender 2 millones de boletos, para representar a los 2 millones de niños que son traficados cada año.
Para mucho esta cinta es un docu-drama que representa a los niños tráficados y hará explotar nuestras emociones para permitirnos crear conciencia sobre el gran problema que afecta a familias a nivel mundial.
Datos de la trata de niños
Se calcula que cada día 3.000 niños son víctimas de la trata infantil. Según los cálculos realizados por la Organización Internacional para las Migraciones, las ganancias generadas de la trata de personas, en particular de mujeres y niños, alcanzan los 10 mil millones de dólares estadounidenses anuales.
“Estas víctimas, reducidas al silencio y tratadas como esclavos, se convierten en los objetos de un negocio ilícito e inmoral”, reseña Humanium.