La iglesia católica, en Austria, ha visto como el número de personas que los abandona se se eleva cada año, siendo así que en 2022 se registró un número mayor a 90 mil. Ante este escenario y con el objetivo de recuperar a sus acólitos han emprendido la decisión de brindar tatuajes gratis.
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El objetivo es que piel se utilice como medio expresión de su fe, por supuesto la iniciativa generó opiniones divididas; Ursula Noé Nordberg, abuela austríaca, aprovechó la oferta para el pasado fin de semana tatuarse una cruz en su muñeca.
Asimismo, Christopher Paul Campbell, director del grupo Qua Vadi, tachó que “es importante que la iglesia experimente las diferentes maneras que tiene la gente para expresar su fe, incluyendo en el cuerpo”
Entre los principales diseños que optan los ciudadanos en tatuarse, respondiendo a su fe, destacan: cruces, mensajes y peces. Por ejemplo, el monge franciscano Sandesh Manel se tatuó la frase ”la humanidad es el saludo de la religión”.
A la par, los organizadores del evento aseguraron que también recibieron mensajes de odio. “Ven esto como una amenaza, quizás porque el tatuaje está asociado para ellos con una forma de vida depravada (...), es una abominación a sus ojos”, lamentó Campbell.